LD (Europa Press) El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado este jueves sus proyecciones de crecimiento del 1,8 por ciento para la economía española en 2008, pero adoptó un drástico recorte en la estimación para 2009, que estableció en el 1,2 por ciento, lo que representa medio punto menos que en las previsiones de abril y supone el mayor recorte en la previsión de crecimiento entre los países analizados por la institución.
En concreto, el vicedirector del departamento de investigación del FMI, Charles Collyns, destacó en rueda de prensa que la economía española se enfrenta a una serie de dificultades derivadas del ajuste de su sector inmobiliario en combinación con el encarecimiento de los precios de los combustibles y el endurecimiento de las condiciones de acceso a la financiación.
La actualización de las proyecciones para la economía mundial publicada hoy por el FMI contempla un escenario en el que la economía se encuentra "atrapada" entre una abrupta desaceleración de la demanda en muchas economías avanzadas y un nivel creciente de inflación en todo el mundo, por lo que la institución prevé ahora que el PIB mundial crecerá el 4,1 por ciento en 2008, frente al 5 por ciento registrado en 2007, y pronostica un crecimiento del 3,9 por ciento en 2009.
"Se prevé que el crecimiento mundial sufra una desaceleración significativa durante el segundo semestre de 2008 y que se recupere paulatinamente en 2009. Al mismo tiempo, el alza de los precios de la energía y las materias primas agudiza las presiones inflacionarias, sobre todo en las economías emergentes y en desarrollo", indicó el FMI.
Mejoran las previsiones para EEUU y la Eurozona
Por otro lado, el FMI elevó la estimación de crecimiento para la economía de EEUU en 2008, hasta el 1,3 por ciento, ante los datos macroeconómicos mejores de lo previsto en el primer semestre, aunque el organismo continúa pronosticando una "contracción moderada" en la segunda mitad de 2008 a medida que descienda el consumo por el encarecimiento del petróleo y de los alimentos.
Asimismo, de cara a 2009, el organismo internacional también ha mejorado su estimación para 2009, hasta el 0,8 por ciento, dos décimas por encima de la previsión de abril.
Respecto a la eurozona, el FMI prevé ahora un crecimiento del 1,7 por ciento en 2008, y del 1,2 por ciento en 2009, una estimación ligeramente mejor que la realizada en abril, especialmente tras revisar seis décimas al alza la proyección de crecimiento de la economía alemana para 2008, que pasa al 2 por ciento, y elevar dos décimas la de Francia, hasta el 1,6 por ciento.
El director económico del FMI, Simon Johnson, apuntó que puede esperarse una "recuperación moderada" de la economía en la segunda mitad de 2009, puesto que las proyecciones apuntan que hacia finales de ese año la economía de EEUU y otros países desarrollados podrían crecer cerca de su potencial.
Se agudiza el problema de la inflación
Sin embargo, pese a la desaceleración económica prevista por el FMI, la institución advierte de que la inflación está en aumento tanto en las economías avanzadas como en las emergentes y sugiere que "con este telón de fondo, la prioridad de las autoridades es contener la creciente presión inflacionaria sin perder de vista los riesgos para el crecimiento".
En este sentido, la institución apunta que en muchos países son los precios de los alimentos y los combustibles el principal impulso de la escalada de precios.
"Los precios del petróleo superaron considerablemente los máximos anteriores en términos reales, empujados por la preocupación sobre la oferta en un contexto de limitada capacidad excedentaria e inelasticidad de la demanda. La carestía de los alimentos, por su parte, responde a condiciones meteorológicas desfavorables que se sumaron a una expansión fuerte e ininterrumpida de la demanda (en parte destinada a biocombustibles)", indica el informe del FMI.
Asimismo, el organismo internacional señala que, aunque se trata de un fenómeno global, el aumento de la inflación es más marcado y amplio en las economías emergentes y en desarrollo, mientras que en las economías avanzadas las presiones inflacionarias "previsiblemente se vean contrarrestadas en el futuro por la desaceleración de la demanda".
De hecho, el FMI afirma que en muchas economías emergentes se necesita una política monetaria "más restrictiva" y mayor austeridad fiscal, conjugadas en algunos casos con una gestión más flexible del tipo de cambio, mientras que en las principales economías avanzadas habría menos razones para un endurecimiento de la política monetaria, dado que las expectativas inflacionarias y los costos de la mano de obra seguirían estando bien anclados, aunque admite que es necesario vigilar de cerca las presiones inflacionarias.