L D (Agencias) El informe del FMI valora que, durante la desaceleración mundial de los últimos tres años, el crecimiento en España se ha mostrado "resistente y extraordinariamente rico en creación de empleo y la convergencia real ha seguido progresando", gracias a la estabilidad fiscal y a las reformas estructurales, y calcula que el PIB crecerá este año ligeramente por encima del 2,3 por ciento.
Durante su comparecencia en el Congreso para presentar los presupuestos del Ministerio de Economía, Rato avanzó el informe sobre España que este martes hará público el Fondo y reseñó que este organismo considera a la economía española un "ejemplo" de cómo las políticas de estabilidad macroeconómica "premian" a los países que las aplican. Según el informe, prosiguió el ministro, la evolución reciente de España ha estado basado en dos pilares fundamentales: una política fiscal basada en la estabilidad y las reformas estructurales, apoyadas por los beneficios derivados de la incorporación a la Unión Económica y Monetaria. Además, en un periodo en que el crecimiento ha debido descansar en el dinamismo de la demanda interna, el FMI alaba la introducción de rebajas fiscales, así como la reducción selectiva de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Consejos para el futuro
El informe aconseja, no obstante, equilibrar más el patrón de crecimiento para hacer frente a los riesgos derivados del persistente diferencial de inflación, transmitido a los costes laborales a través del rígido proceso de negociación salarial, y del creciente endeudamiento de los hogares. Para trasladar el dinamismo económico desde el consumo privado y la construcción hacia la exportación y la inversión en equipo, el informe aboga por mantener el tono fiscal restrictivo, contener el aumento de los costes laborales, flexibilizar la oferta de suelo, fortalecer la competencia y practicar una supervisión estricta en el sector financiero.
En relación con el presupuesto, dice que situarlo en equilibrio en 2004 sería "demasiado poco ambicioso", por lo que recomienda el mantenimiento del superávit previsto para 2003, del 0,5 por ciento del PIB, o incluso algo mayor, y aplaude que no se hayan aprobado nuevas rebajas del IRPF ni reducciones generalizadas de las cotizaciones sociales. El informe alude al impacto negativo sobre la competencia en el sector de la distribución de las normas restrictivas introducidas por las autoridades regionales y locales y reclama medidas para proteger la unidad del mercado nacional, posiblemente a través de un pacto.
En este sentido, Rato incidió en que este debate no debe centrarse en la fijación de horarios comerciales y precisó que el problema se deriva de la aplicación de legislaciones que benefician a unos operadores en perjuicio de otros. Asimismo, el Fondo considera clave la reforma del sistema de pensiones que, tras unas primeras medidas en 1997, acumula "repetidos retrasos" y que debería centrarse en un aumento gradual de la edad de jubilación efectiva y en el fortalecimiento del vínculo entre las contribuciones y las prestaciones. Además, aboga por reformar el modelo de negociación colectiva, ligando más los salarios a la productividad, y por reducir las rigideces de los contratos fijos para combatir la temporalidad.
En relación con el presupuesto, dice que situarlo en equilibrio en 2004 sería "demasiado poco ambicioso", por lo que recomienda el mantenimiento del superávit previsto para 2003, del 0,5 por ciento del PIB, o incluso algo mayor, y aplaude que no se hayan aprobado nuevas rebajas del IRPF ni reducciones generalizadas de las cotizaciones sociales. El informe alude al impacto negativo sobre la competencia en el sector de la distribución de las normas restrictivas introducidas por las autoridades regionales y locales y reclama medidas para proteger la unidad del mercado nacional, posiblemente a través de un pacto.
En este sentido, Rato incidió en que este debate no debe centrarse en la fijación de horarios comerciales y precisó que el problema se deriva de la aplicación de legislaciones que benefician a unos operadores en perjuicio de otros. Asimismo, el Fondo considera clave la reforma del sistema de pensiones que, tras unas primeras medidas en 1997, acumula "repetidos retrasos" y que debería centrarse en un aumento gradual de la edad de jubilación efectiva y en el fortalecimiento del vínculo entre las contribuciones y las prestaciones. Además, aboga por reformar el modelo de negociación colectiva, ligando más los salarios a la productividad, y por reducir las rigideces de los contratos fijos para combatir la temporalidad.
Por último, respecto al sector financiero, anima a las autoridades a elaborar un Programa de Valoración del Sistema Financiero (FSAP en sus siglas en inglés) y valora las medidas de regulación de las cajas de ahorros introducidas en la Ley Financiera.
Si quiere conocer el contenido íntegro del Informe del FMI sobre la economía española pinche aquí.