En el marco de un evento celebrado en el Bundesbank, Strauss-Kahn habló de una renovada estabilidad pero permaneció cauteloso sobre la recuperación económica global y defendió la necesidad de proseguir con la política de apoyo al sistema.
Aunque reconoció que la economía global parece estar emergiendo "de la peor crisis financiera y económica desde la posguerra" enfatizó sobre los riesgos de que la recuperación, que será lenta, no vaya acompañada de una mejora del mercado laboral.
"Estoy preocupado por los costes económicos y sociales de un elevado desempleo, que persistirá incluso cuando los mercados financieros y la producción se estabilicen", afirmó el director gerente de la institución.
También alertó sobre la "fragilidad" de la recuperación y advirtió de que los Gobiernos podrían errar "por el lado de la cautela" con respecto al momento de comenzar a revertir sus políticas de respuesta a la crisis. Así como la coordinación de las políticas internacionales han constituido una parte esencial de la respuesta a la crisis, la de las estrategias de salida "será igual de importante", explicó.
Strauss-Kahn hizo también un diagnóstico de la situación económica y apuntó a nuevas fuentes de crecimiento. Del lado de la demanda, habló de "un reequilibrio global entre los países" que requiere sólidas acciones gubernamentales, incluyendo la fijación del sistema financiero en economías avanzadas y el impulso del consumo doméstico en el Asia emergente.
Por el lado del suministro, solicitó reformas para impulsar la productividad a través del incremento de la flexibilidad laboral y de la competitividad en los mercados de producto.
Con respecto a las políticas económicas, el director gerente del FMI subrayó la importancia de solucionar las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal, una cuestión "de primer orden" que incluye el gasto por envejecimiento, que es "diez veces mayor" que los costes fiscales de la crisis. Con respecto a la inflación, explicó que no prevé que constituya un problema "hasta que la recuperación esté firmemente en camino".
"Complacencia con el sistema bancario"
El responsable del FMI mostró su preocupación por que la mejora de los mercados financieros "está conduciendo a la complacencia en el tratamiento de problemas pendientes y difíciles en el sistema bancario", por lo que urgió a los Gobiernos a permanecer vigilantes a la agenda de respuesta de la crisis, que incluye un diagnóstico de los sistemas bancarios y el lanzamiento de programas de gestión para hacer frente a los activos 'tóxicos' de la banca.
De lado de la regulación, advirtió de que las reformas no se están realizado tan rápido como se necesitaría y habló de incrementar los requerimientos de capital y hacerlos más sensitivos al riesgo. "El marco operacional para supervisión macroprudencuial sigue siendo un trabajo en progreso", explicó.
Con respecto a las compensaciones para el sector financiero, Strauss-Kahn recalcó que la cultura de riesgos en la mayor parte de las firmas financieras ha constituido un factor muy importante en la crisis y alertó sobre que la recuperación del sector puede conducir a una retorno a estos patrones. Por ello, la comunidad internacional debe permanecer unida para hacer "progresos significativos en este área".
Sobre el sistema monetario internacional, Strauss-Kahn destacó que el sistema actual está funcionando mejor de lo que se dice "a pesar de sus problemas" y mencionó como ejemplo el fortalecimiento del dólar durante la crisis, que refleja su status como "un activo de refugio seguro sin rival".
No obstante, para hacer el sistema monetario internacional más estable, destacó como esencial un recorte de la demanda de las reservas por parte de los países y un fortalecimiento de los mecanismos de seguridad.
En este sentido, el FMI puede jugar un gran papel con ideas como hacer el acceso a su financiación más predecible, asignar sus colocaciones de derechos especiales de giro (SDR) de manera más sensible a los acontecimientos mundiales e incrementar su bases de recursos.