En el informe emitido tras completar las conversaciones con las autoridades estadounidenses llevadas a cabo en el marco del Artículo IV, el FMI destaca que gracias a una respuesta política "convincente y eficaz", la recuperación de la "gran recesión" está cada vez más afianzada.
Sin embargo, la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn alerta del riesgo que supone para la recuperación los altos niveles de paro y la situación del sector inmobiliario. "La perspectiva ha mejorado de forma conjunta con la recuperación, pero la debilidad de los balances financieros y de los hogares, junto con el elevado desempleo, es probable que continúen limitando el gasto privado", señala.
La institución ha revisado al alza la previsión de crecimiento para Estados Unidos hasta el 3,3% en 2010, dos décimas más que en la anterior estimación, y hasta el 2,9% en 2011, tres décimas más. Además, prevé un entorno con una inflación muy baja y una tasa de desempleo por encima del 9%.
Asimismo, remarca que el principal desafío para la economía estadounidense es desarrollar "una estrategia fiscal creíble" que asegure que la deuda pública entra en una trayectoria sostenible, y así se deja ver, sin poner en peligro la recuperación. Así, alerta que la deuda pública, que está en el 64% del PIB, podría alcanzar con las actuales políticas el 95% del PIB en 2020 y el 135% en 2030.
Mucho por hacer
Por otro lado, celebra el compromiso del Gobierno de reducir a la mitad el déficit presupuestario en 2013 y de estabilizar la deuda pública en el 70% del PIB en 2015, pero insiste en que "aún queda mucho por hacer para alcanzar estos objetivos". Por ello, reclamó "un ajuste más ambicioso" para estabilizar la deuda. "El calendario y la composición del ajuste debe ser diseñada cuidadosamente para minimizar el impacto en la demanda, a la vez que garantiza la credibilidad", añadió.
Asimismo, recuerda también que, además de la reducción del gasto, es necesario aprobar medidas para incrementar los ingresos, para lo que el FMI propone más recortes en las deducciones, mayores impuestos a la energia o un impuesto a las actividades financieras.
Respecto a la política monetaria, el FMI subraya que la Reserva Federal ha logrado "hábilmente el equilibrio" entre el apoyo a corto plazo y la credibilidad a medio plazo y considera que la institución está bien situada para gestionar la incertidumbre en la retirada de los estímulos. "Para el corto plazo, con una inflación muy baja, creemos que mantener el elevado nivel acomodaticio actual es apropiado para cubrir los riesgos de deflación y ayudar a contrarrestar la carga fiscal en la actividad económica, al mismo tiempo que apoya las condiciones financieras", remarcó.