L D (EFE) Durante la conferencia telefónica desde Washington el director del departamento europeo del FMI, Michael Deppler, analizó la situación económica del continente, de la que dijo que acusa un retroceso temporal. Señaló que es difícil de calibrar cuándo la economía europea cobrará un mayor impulso, aunque precisó que si "persiste la situación actual" el Banco Central Europeo (BCE) debería actuar y relajar su política monetaria.
El instituto europeo mantiene inalterado el precio del dinero en el mínimo histórico del 2 por ciento desde junio de 2003 y su presidente, Jean-Claude Trichet, descartó hoy en Pekín que esté preparando a los mercados para otro recorte de las tasas. Deppler valoró positivamente que en Europa no se hayan producido "efectos de segunda vuelta", como incrementos de los sueldos, pese a la escalada de los precios del petróleo, lo que es bastante nuevo en el continente, ya que en el pasado estas subidas hubieran desatado un alza de los tipos de interés, que ahora no ha ocurrido.
"Dado que la inflación se encamina a niveles por debajo del 2 por ciento, un recorte en los tipos de interés sería apropiado si la debilidad se extendiera, o el euro se apreciara drásticamente en una variedad de mercados", apunta un informe sobre Europa concluido en mayo y divulgado ayer por el FMI al que se refirió Deppler. Por otra parte, calificó de exagerado el pesimismo existente en Europa por la crisis desatada por el rechazo francés y holandés a la Constitución europea, tras apuntar que "el vaso está medio vacío, pero no vacío del todo". Deppler desestimó llamadas de políticos italianos para volver a introducir las monedas nacionales y soslayar las disparidades de crecimiento e inflación y el excesivo déficit de los presupuestos y se limitó a comentar que estas propuestas "no han sido suficientemente meditadas".
En el caso de Alemania, el ejecutivo del FMI consideró que la primera economía europea infravaloró los costes de la reunificación y que el país ha mejorado su competitividad, como lo demuestran las cifras de exportaciones. Hizo también un repaso a las reformas acometidas en Alemania y la reforma de las pensiones en Italia, así como otras mejoras en la competitividad en Francia, que dan motivo a confiar en que se mantendrán en pie en el futuro y que también valdrá la pena llevarlas a cabo como en el pasado. A su juicio, "la década pasada fue muy difícil para Alemania", pero la próxima será mejor que la pasada" y las reformas aplicadas darán sus frutos en los próximos cinco a diez años, y aunque la situación presente no sea boyante, no es tan negativa como se observa en el presente.
Deppler comentó también que el Producto Interior Bruto creció en 2004 un 2 por ciento y la demanda interna subió otro 2 por ciento en la segunda mitad del año pasado. Sin embargo, precisó que se ha producido un parón y que la demanda interna fue bastante débil en el primer trimestre de este año y, pese a que el PIB creció bastante, cerca de un 2 por ciento, todos los indicadores apuntan a que la economía europea será débil en el segundo trimestre. Agregó que el FMI no ve claramente los motivos de la desaceleración actual, en la que juegan factores como el alza de los precios del crudo, la bajada de la producción industrial y las oscilaciones de los tipos de cambio.
En su informe, el FMI adelantó que la zona euro cobrará impulso en la segunda mitad de este año, tras una ralentización temporal y destacó que "nos encontramos en momentos difíciles, pero la estrategia de consolidación, reforma e integración está funcionando y necesita ser apoyada". Deppler hizo estas declaraciones un día antes de que el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, participe mañana en Fráncfort en un simposio titulado "El FMI en un mundo cambiante".
El instituto europeo mantiene inalterado el precio del dinero en el mínimo histórico del 2 por ciento desde junio de 2003 y su presidente, Jean-Claude Trichet, descartó hoy en Pekín que esté preparando a los mercados para otro recorte de las tasas. Deppler valoró positivamente que en Europa no se hayan producido "efectos de segunda vuelta", como incrementos de los sueldos, pese a la escalada de los precios del petróleo, lo que es bastante nuevo en el continente, ya que en el pasado estas subidas hubieran desatado un alza de los tipos de interés, que ahora no ha ocurrido.
"Dado que la inflación se encamina a niveles por debajo del 2 por ciento, un recorte en los tipos de interés sería apropiado si la debilidad se extendiera, o el euro se apreciara drásticamente en una variedad de mercados", apunta un informe sobre Europa concluido en mayo y divulgado ayer por el FMI al que se refirió Deppler. Por otra parte, calificó de exagerado el pesimismo existente en Europa por la crisis desatada por el rechazo francés y holandés a la Constitución europea, tras apuntar que "el vaso está medio vacío, pero no vacío del todo". Deppler desestimó llamadas de políticos italianos para volver a introducir las monedas nacionales y soslayar las disparidades de crecimiento e inflación y el excesivo déficit de los presupuestos y se limitó a comentar que estas propuestas "no han sido suficientemente meditadas".
En el caso de Alemania, el ejecutivo del FMI consideró que la primera economía europea infravaloró los costes de la reunificación y que el país ha mejorado su competitividad, como lo demuestran las cifras de exportaciones. Hizo también un repaso a las reformas acometidas en Alemania y la reforma de las pensiones en Italia, así como otras mejoras en la competitividad en Francia, que dan motivo a confiar en que se mantendrán en pie en el futuro y que también valdrá la pena llevarlas a cabo como en el pasado. A su juicio, "la década pasada fue muy difícil para Alemania", pero la próxima será mejor que la pasada" y las reformas aplicadas darán sus frutos en los próximos cinco a diez años, y aunque la situación presente no sea boyante, no es tan negativa como se observa en el presente.
Deppler comentó también que el Producto Interior Bruto creció en 2004 un 2 por ciento y la demanda interna subió otro 2 por ciento en la segunda mitad del año pasado. Sin embargo, precisó que se ha producido un parón y que la demanda interna fue bastante débil en el primer trimestre de este año y, pese a que el PIB creció bastante, cerca de un 2 por ciento, todos los indicadores apuntan a que la economía europea será débil en el segundo trimestre. Agregó que el FMI no ve claramente los motivos de la desaceleración actual, en la que juegan factores como el alza de los precios del crudo, la bajada de la producción industrial y las oscilaciones de los tipos de cambio.
En su informe, el FMI adelantó que la zona euro cobrará impulso en la segunda mitad de este año, tras una ralentización temporal y destacó que "nos encontramos en momentos difíciles, pero la estrategia de consolidación, reforma e integración está funcionando y necesita ser apoyada". Deppler hizo estas declaraciones un día antes de que el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, participe mañana en Fráncfort en un simposio titulado "El FMI en un mundo cambiante".