Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona aprobaron este viernes crear un mecanismo permanente de asistencia financiera, sobre la base del que se ha puesto en marcha para rescatar a Grecia, cuyo objetivo es defender el euro, estabilizar el mercado de la deuda pública y frenar el contagio de la crisis de endeudamiento griega a España y Portugal, según palabras de los jefes de Esta
Pese a que los líderes europeos han echado balones fuera al ser preguntados por este asunto, el mecanismo escogido para garantizar esa buscada estabilidad consistiría en que el BCE adquiera deuda soberana de países con problemas. Esta medida implicaría inyectar liquidez a la eurozona, elevando la inflación y produciendo una devaluación de la moneda de facto. Esto reduciría automáticamente el déficit sin necesidad de ajustar el gasto público, pero provocando una caída del poder adquisitivo y la riqueza per cápita en la unión.
El eurogrupo también se convocó una reunión extraordinaria de ministros de Economía de la UE para el domingo 9 de mayo donde se ratificará formalmente la puesta en marcha de este fondo de rescate, que empezará a funcionar el próximo lunes cuando abran los mercados.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, destacó que las decisiones adoptadas serán de "aplicación inmediata" el lunes desde la apertura de los mercados y que el mecanismo estará "perfectamente operativo". Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confió en que las bolsas europeas, incluida la de Madrid, reciban el lunes "razonablemente bien" la creación de este fondo.
El nuevo instrumento de estabilización permitirá a la Comisión acordar ayudas financieras directas y puntuales a los Estados miembros en graves dificultades para "preservar la estabilidad de la eurozona", según afirmó el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, no quiso dar detalles sobre la dotación de este fondo ni sobre su funcionamiento, alegando que la Comisión presentará sus propuestas el próximo domingo. Fuentes diplomáticas indicaron que el mecanismo podría estar dotado inicialmente con 70.000 millones de euros.
Para Zapatero se trata de una "medida de garantía" y que espera que no sea necesario utilizarla. "El apoyo a Grecia ha sido un apoyo bilateral, la decisión ahora es que el apoyo, en su caso si algún país lo necesitara, sería comunitario", explicó el presidente del Gobierno.
Por su parte, Sarkozy puso de relieve que lo que empezó siendo un crisis en Grecia se ha convertido en un ataque sobre el conjunto de la zona euro y que por tanto el plan está destinado a responder a la situación de "hoy" y no a la de la semana pasada.
Por eso se ha activado un mecanismo comunitario y no ya bilateral. "La zona euro ha decidido defenderse", insistió. Sarkozy quiso dejar claro también que el euro es un elemento "esencial" de Europa. "El euro es Europa, el euro es la paz en este continente. No podemos dejar deshacer lo que las generaciones anteriores han construido", dijo.
En la misma línea, declaró en que todas las instituciones comunitarias unirán sus esfuerzos para "yugular" la especulación. El mandatario francés enfatizó que la crisis que se vive hoy es "sistémica" y que la respuesta tenía que ser igualmente "sistémica".
"No dejaremos desestabilizar la zona euro porque detrás está el ahorro de los europeos, el empleo y el crecimiento", prosiguió. Además, destacó que también interesa estabilizar la eurozona a los países que no forman parte de ella porque se verían afectados por su quiebra.
Papel del BCE
En la asistencia a los países con problemas también estará implicado el Banco Central Europeo (BCE), aunque todavía no se ha definido bien cuál será su papel.
"Todas las instituciones de la eurozona, el Consejo, la Comisión, el BCE, así como todos los Estados miembros, se comprometen a utilizar todos los instrumentos disponibles para garantizar la estabilidad de la eurozona", dijo Van Rompuy al ser preguntado por si se le había pedido al Banco que compre directamente deuda pública de los países con problemas.
En todo caso, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, insistió en que tanto la Comisión como los países de la eurozona respetan "la independencia del BCE" y "apoyan plenamente al Banco en su actuación para garantizar la estabilidad de la eurozona". "Le corresponde a él decidir usando sus prerrogativas", explicó.
También Zapatero resaltó que corresponde al BCE tomar sus propias decisiones y apuntó que los líderes europeos se han limitado a "expresar nuestra confianza en la actuación que pueda llevar adelante".
Pacto de consolidación fiscal
Los líderes europeos se comprometieron a acelerar la consolidación de sus cuentas públicas y a tomar "todas las medidas necesarias" para lograr los objetivos de reducción de déficit para este año y los siguientes y cumplir los plazos fijados en los procedimientos por déficit excesivo. En el caso de España, el plazo para reducir el déficit por debajo del 3% del PIB es 2013.
Zapatero anunció que el Gobierno "tiene la intención de acelerar el plan de reducción del déficit" que ha presentado a Bruselas y de "expresar con la máxima concreción posible" las medidas que adoptará para cumplir el plazo de 2013. A ello dedicará su comparecencia ante el Congreso el próximo miércoles. No obstante, dejó claro que la reducción del déficit no puede poner en riesgo la recuperación económica.
Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron además "reforzar" el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), incluyendo "sanciones más eficaces" para los países que incumplan reiteradamente los límites de déficit y deuda. También se extenderá la vigilancia y la coordinación política en la eurozona, prestando especial atención a los niveles de deuda y a las diferencias de competitividad.
"Las actuales turbulencias financieras ponen de relieve la necesidad de realizar progresos rápidos en la regulación y la supervisión de los mercados financieros", resaltó Van Rompuy. Y anunció que durante las próximas semanas la UE prestará especial atención al papel de los derivados y de las agencias de calificación de riesgos, así como a los mecanismos para facilitar las quiebras en el sector financiero. Asimismo, se estudiará si son necesarias nuevas medidas para combatir la especulación contra la deuda soberana.
Los jefes de Estado y de Gobierno dieron finalmente vía libre a la entrega a Grecia del primer tramo de ayudas por valor de 110.000 millones de euros para rescatarle de la quiebra. Constataron que ya existe una "masa crítica" de fondos disponible para refinanciar los 8.500 millones de deuda griega que vence el próximo 19 de mayo, después de que un gran número de países de la eurozona (entre los que están España, Alemania o Francia) ya hayan completado los procedimientos nacionales para desbloquear los créditos.