LD (EFE) "Todos creemos que la propuesta de la Comisión va en la buena dirección", recalcó al término del encuentro el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, quien incidió en la importancia de coordinar las medidas adoptadas por cada país.
Tanto Juncker como el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, consideraron que aún es pronto para saber si las medidas coyunturales adoptadas en la UE para hacer frente a la crisis alcanzarán el importe de 200.000 millones de euros que pidió Bruselas, aunque Almunia se mostró confiado en que la cifra final "estará cerca".
El ejecutivo de la UE quiere que los Estados miembros saquen de sus presupuestos 170.000 millones de euros en total (equivalente al 1,2 por ciento del PIB de los Veintiseite), mientras que las arcas comunitarias y el Banco Europeo de Inversiones aportarán los 30.000 millones restantes.
De los socios de la eurozona, varios gobiernos han presentado ya programas coyunturales y, según explicó Juncker, tanto éstos como los que están diseñando el resto de países para presentar en las próximos días respetan las orientaciones marcadas por Bruselas.
El presidente del Eurogrupo recordó que las medidas de reactivación deben ser temporales y dirigidas, de entrada en vigor inmediata y, sobre todo, coordinadas con los demás Estados miembros. "Estamos de acuerdo en que hay que poner el acento en la inversión pública", agregó.
A pesar de esa llamada al gasto público, no se cuestiona la vigencia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento -que obliga a los países a trabajar por reducir el déficit público-, recalcaron los dos mandatarios.
Almunia subrayó que la Comisión abrirá procedimiento por déficit excesivo a aquellos países que superen el umbral del 3 por ciento de déficit, a no ser que la desviación sea temporal (durante máximo un año) y reducida (algunas décimas). Otra coincidencia entre los socios de la moneda única es que todos descartan adoptar, entre las medidas de impulso coyuntural, una bajada general del tipo de IVA.
El Reino Unido, que no pertenece a la zona euro, anunció la semana pasada una reducción inmediata del IVA, desde el 17,5 al 15 por ciento, el mínimo permitido. Juncker dejó claro que la medida adoptada por Londres no vulnera los principios del mercado interior, pero explicó que, en opinión del Eurogrupo, es difícil evaluar su efecto sobre los precios y el consumo.