LD (EFE) Hacia las 16.30 horas GMT, la moneda única se cambiaba en Fráncfort a 1,2215 dólares, frente a los 1,2199 dólares del mediodía, aunque el BCE fijó su cambio oficial en 1,2197 dólares.
Tras conocerse que el BCE dejaba intactos los tipos de interés, el euro reaccionó primero a la baja, pero luego empezó a recuperarse, sin llegar a alcanzar los niveles anteriores al desplome protagonizado a principios de esta semana.
Una vez más, lo que ha quedado claro es que los inversores siguen haciendo caso omiso a los llamamientos de políticos y banqueros centrales para que el tipo de cambio de las monedas no sufra movimientos bruscos.