(Libertad Digital) El nivel de crecimiento en la eurozona, del 1,2 por ciento interanual en el segundo trimestre, ha sido considerado positivamente por los mercados, lo que se ve reflejado en la cotización de la moneda paneuropea. Más relevancia ha tenido la revisión al alza del crecimiento de la eurozona, que en el último trimestre del año podría alcanzar el 0,8 por ciento.
El último cambio en el mercado de Tokio dejó al euro en un precio de 1,2473 dólares, el más alto en diez meses. El último día de 2004 el euro alcanzó el máximo histórico, en los 1,363 dólares por unidad de la moneda europea.
No obstante, el tipo de interés se mantienen estables en el 2 por ciento, después de la última decisión del Banco Central Europeo, sin que nada haga pensar en un aumento del tipo a corto plazo. Por el contrario, la recuperación económica de los Estados Unidos es ya una realidad constatable, y en el tercer trimestre el crecimiento intertrimestral anualizado alcanzó el 3,6 por ciento. Los tipos de interés, por su parte, volvieron a subir un cuarto de punto hasta el 3,5 por ciento.
Pese a la revisión al alza de las perspectivas de crecimiento, no deja de haber nubes en el horizonte. El BCE ha alertado sobre los problemas que podría causar la continuación de la escalada de los precios del petróleo sobre la economía europea.