Para alegría de los españoles hipotecados, el indicador, cuyo promedio anual se ha situado en el 2,274 por ciento, se mantendrá en el nivel del 2,30 por ciento en los primeros meses de 2005, según la mayor parte de los analistas consultados.
El petróleo y el tipo de cambio del euro han sido los principales causantes de esa inesperada evolución, ya que, al haber amenazado la recuperación de la economía europea, han disuadido al Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés al ritmo que se esperaba a comienzos de 2004. En el mes de marzo, la debilidad del consumo en la Eurozona hizo que incluso se llegara a especular con una posible reducción del precio del dinero, lo que llevó al indicador hipotecario a perforar el nivel del 2 por ciento y a marcar su mínimo anual en el 1,947 por ciento.
Antes de que el petróleo y el euro iniciaran su racha alcista, el Euribor repuntó, a mediados de junio, hasta el máximo nivel del ejercicio, el 2,479 por ciento, adelantando así el precio al que en principio estaría el dinero en verano de 2005. En los últimos meses, el indicador hipotecario no ha hecho más que zigzaguear, zarandeado por los diferentes datos sobre la evolución de la economía europea y por los consiguientes rumores sobre subida de tipos de interés. Según los economistas, el crudo y el euro volverán a ser los factores de riesgo que determinarán el camino del Euribor el año que viene.