LD (EFE) La Fuerza Aérea estadounidense ha emprendido una investigación administrativa sobre la aerolínea, a la que se podría prohibir concursar en el futuro para la obtención de determinados contratos militares. Boeing, fabricante de aviones comerciales y para la defensa, entre otro tipo de equipamiento, confirmó mediante un portavoz que hay una investigación en marcha, pero sin especificar detalles, y agregó que coopera con las autoridades estadounidenses en el caso.
El Gobierno trata de aclarar si documentos aportados por Kenneth Branch, antiguo ingeniero espacial de Lockheed que pasó a trabajar con Boeing en 1997, dieron ventaja a esta compañía en su intento de obtener un contrato valorado en 5.000 millones de dólares para fabricar cohetes destinados al lanzamiento de satélites, lo que finalmente logró en 1999. Branch y su supervisor William Erskine fueron despedidos ese mismo año después de que una investigación interna promovida por Boeing revelase que ambos poseían miles de documentos de Lockheed, incluidos estudios técnicos y de costes sobre fabricación de cohetes.
Los despedidos demandaron a la empresa en 2000 y alegaron que habían sido "sacrificados" para encubrir supuestas actividades ilegales de la empresa relacionadas con la obtención y uso de información confidencial de la rival Lockheed. La demanda fue rechazada por un juez federal de Florida en julio de 2002, pero la documentación y declaraciones aportadas a ese proceso llevaron a las autoridades federales a investigar más a fondo el asunto.
Tras los despidos de Branch y Erskine, Boeing devolvió a Lockheed varios documentos confidenciales y la pasada semana envió once cajas con más información perteneciente a la empresa rival. Las acciones de la compañía, que forman parte del promedio Dow Jones de Industriales, bajaron 1 dólar y se situaron en 27,62. Su baja arrastró a otras empresa del sector aeronáutico.
El Gobierno trata de aclarar si documentos aportados por Kenneth Branch, antiguo ingeniero espacial de Lockheed que pasó a trabajar con Boeing en 1997, dieron ventaja a esta compañía en su intento de obtener un contrato valorado en 5.000 millones de dólares para fabricar cohetes destinados al lanzamiento de satélites, lo que finalmente logró en 1999. Branch y su supervisor William Erskine fueron despedidos ese mismo año después de que una investigación interna promovida por Boeing revelase que ambos poseían miles de documentos de Lockheed, incluidos estudios técnicos y de costes sobre fabricación de cohetes.
Los despedidos demandaron a la empresa en 2000 y alegaron que habían sido "sacrificados" para encubrir supuestas actividades ilegales de la empresa relacionadas con la obtención y uso de información confidencial de la rival Lockheed. La demanda fue rechazada por un juez federal de Florida en julio de 2002, pero la documentación y declaraciones aportadas a ese proceso llevaron a las autoridades federales a investigar más a fondo el asunto.
Tras los despidos de Branch y Erskine, Boeing devolvió a Lockheed varios documentos confidenciales y la pasada semana envió once cajas con más información perteneciente a la empresa rival. Las acciones de la compañía, que forman parte del promedio Dow Jones de Industriales, bajaron 1 dólar y se situaron en 27,62. Su baja arrastró a otras empresa del sector aeronáutico.