La caída del déficit de la balanza por cuenta corriente se debió, principalmente, a la reducción del déficit de rentas y, en mucha menor medida, al aumento del superávit de la balanza de servicios, que compensaron la ampliación del déficit de la balanza comercial y de transferencias corrientes.
En concreto, el déficit de la balanza comercial creció un 2,7% hasta octubre y se situó en 37.979,7 millones de euros. Según explicó el Banco de España, esta evolución se produjo en un contexto de "relativo dinamismo" de los flujos comerciales, tanto de las exportaciones como de las importaciones (16,6% y 13,6% en tasa interanual, respectivamente), y de reducción del déficit del componente no energético (alrededor del 25%) y ampliación del energético (aproximadamente el 29%).