LD (EFE) El crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se vendió el jueves a 27,98 dólares el barril (159 litros), frente a los 27,43 dólares del miércoles, alcanzando el precio más alto registrado en los cuatro últimos meses, informaron desde Viena fuentes del secretariado de la organización.
En el primer semestre de este año, ese techo fue superado por la cotización media de la OPEP, 28,07 dólares, debido a la gran carestía del crudo en los meses anteriores a la guerra de Irak, originada por el temor a un corte de los suministros del golfo Pérsico y la crisis que sufrió la industria petrolera venezolana. Ahora, tras la guerra y el fin de la crisis en Venezuela, dos factores presionan al alza los precios: la lentitud con la que Irak retoma sus exportaciones de crudo, obstaculizadas por sabotajes de pozos petroleros, y el temor a que la huelga general en Nigeria contra la subida de los precios internos del carburante interrumpa sus suministros, según PVM, firma de análisis del mercado.
La OPEP estudiará la situación en el mercado el próximo 31 de julio, en una reunión extraordinaria para la que han sido invitados a participar también representantes de países exportadores de crudo no miembros.
Por su parte, el crudo Brent cerró el pasado jueves en 29,4 dólares por barril, su precio más alto desde la guerra en Irak. Y aunque la Comisaria europea de la Energía, Loyola de Palacio, le pidió a la OPEP una mayor producción que permitiera el aumento de los inventarios (se teme una reducción drástica en los Estados Unidos en las próximas semanas); el presidente del organismo, Alvaro Silva, declaró que esperan que el precio del crudo referente en Europa siga dentro de la banda del cartel, lo que equivale a entre 24 y 30 dólares por barril.
Desde Bruselas se teme que los actuales precios del crudo desacelerarán la recuperación económica, debido al retraso en la producción iraquí, la ola de calor en Europa, y los problemas de huelga que hubo en Nigeria y en Venezuela.
En el primer semestre de este año, ese techo fue superado por la cotización media de la OPEP, 28,07 dólares, debido a la gran carestía del crudo en los meses anteriores a la guerra de Irak, originada por el temor a un corte de los suministros del golfo Pérsico y la crisis que sufrió la industria petrolera venezolana. Ahora, tras la guerra y el fin de la crisis en Venezuela, dos factores presionan al alza los precios: la lentitud con la que Irak retoma sus exportaciones de crudo, obstaculizadas por sabotajes de pozos petroleros, y el temor a que la huelga general en Nigeria contra la subida de los precios internos del carburante interrumpa sus suministros, según PVM, firma de análisis del mercado.
La OPEP estudiará la situación en el mercado el próximo 31 de julio, en una reunión extraordinaria para la que han sido invitados a participar también representantes de países exportadores de crudo no miembros.
Por su parte, el crudo Brent cerró el pasado jueves en 29,4 dólares por barril, su precio más alto desde la guerra en Irak. Y aunque la Comisaria europea de la Energía, Loyola de Palacio, le pidió a la OPEP una mayor producción que permitiera el aumento de los inventarios (se teme una reducción drástica en los Estados Unidos en las próximas semanas); el presidente del organismo, Alvaro Silva, declaró que esperan que el precio del crudo referente en Europa siga dentro de la banda del cartel, lo que equivale a entre 24 y 30 dólares por barril.
Desde Bruselas se teme que los actuales precios del crudo desacelerarán la recuperación económica, debido al retraso en la producción iraquí, la ola de calor en Europa, y los problemas de huelga que hubo en Nigeria y en Venezuela.