De los componentes de la masa monetaria, la M1 marcó un descenso de cinco décimas, hasta el 7,9%, frente al 8,4% de abril, mientras que los préstamos al sector privado descendieron en cinco décimas, hasta el 2,4%.
La masa monetaria mide el dinero disponible en el sistema y es uno de los principales indicadores de inflación a corto plazo utilizados por el BCE al adoptar decisiones sobre política monetaria.
La institución suele prestar más atención a su progresión trimestral, que entre marzo y mayo retrocedió siete décimas, hasta el 4,5%, en relación al dato registrado entre febrero y abril (5,2%).