LD (EFE) Por el contrario, el consumo de gasolinas de uso automovilístico se redujo un 1,7 por ciento respecto al mismo mes de 2002, aunque el dato de julio - 766.000 toneladas - es el mejor del presente ejercicio. Según el Boletín, esta evolución se debe al fenómeno conocido como dieselización, es decir el aumento del parque de vehículos diesel.
El máximo histórico de julio refuerza la tendencia de los primeros siete meses, en los que el consumo de gasóleo de automoción ha crecido un 9,1 por ciento. La demanda de gasóleo agrícola y pesquero aumentó un 7,8 por ciento en julio y un 11,9 por ciento en el acumulado anual. Por el contrario, el consumo de gasóleo de calefacción se redujo un 10,1 por ciento, como es habitual en un mes de verano, lo que deja el acumulado anual con un crecimiento del 0,8 por ciento.
En el capítulo de gasolinas, el retroceso del 1,7 por ciento registrado en julio se debe al desplome de la súper de 97 octanos, cuyo consumo descendió un 20,2 por ciento. Por el contrario, la demanda de gasolina sin plomo de 95 octanos creció un 2,6 por ciento y la de sin plomo de 98 octanos, un 4,1 por ciento. En los siete primeros meses del año, el consumo de súper ha caído un 19,6 por ciento, mientras que el de gasolinas sin plomo ha aumentado entre un 4,2 por ciento, la de 95 octanos, y un 4,3 por ciento, la de 98 octanos.
El máximo histórico de julio refuerza la tendencia de los primeros siete meses, en los que el consumo de gasóleo de automoción ha crecido un 9,1 por ciento. La demanda de gasóleo agrícola y pesquero aumentó un 7,8 por ciento en julio y un 11,9 por ciento en el acumulado anual. Por el contrario, el consumo de gasóleo de calefacción se redujo un 10,1 por ciento, como es habitual en un mes de verano, lo que deja el acumulado anual con un crecimiento del 0,8 por ciento.
En el capítulo de gasolinas, el retroceso del 1,7 por ciento registrado en julio se debe al desplome de la súper de 97 octanos, cuyo consumo descendió un 20,2 por ciento. Por el contrario, la demanda de gasolina sin plomo de 95 octanos creció un 2,6 por ciento y la de sin plomo de 98 octanos, un 4,1 por ciento. En los siete primeros meses del año, el consumo de súper ha caído un 19,6 por ciento, mientras que el de gasolinas sin plomo ha aumentado entre un 4,2 por ciento, la de 95 octanos, y un 4,3 por ciento, la de 98 octanos.