LD (EFE) La cumbre, que concluirá este viernes, dio comienzo con una reunión entre los jefes de Estado y Gobierno, los representantes de los sindicatos y la patronal europeos y el presidente del Banco Central Europeo (BCE).
El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Cándido Méndez; el presidente de la patronal UNICE, Antoine Seilliere, y el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, expusieron a los líderes sus prioridades en el área económica y laboral.
Tras la discusión económica, los dirigentes europeos comenzaron el debate sobre la creación de una política común de energía. Un debate que se produce en un momento de gran actividad en ese sector con los anuncios de fusiones y opas entre importantes empresas europeas de la energía y con las medidas tomadas por los gobiernos de Francia y España para dificultar algunas operaciones.
La discusión sobre energía ha sido introducida por la canciller alemana, Angela Merkel, quien, antes del inicio de la cumbre, declaró que los países de la UE no pueden pensar en el sector de la energía "en términos nacionales", pero se mostró contraria a dar nuevas competencias a la Comisión Europea en este sector. "Tenemos que aceptar que hay operadores europeos en la energía y la industria, y no podemos pensar sólo en términos nacionales", afirmó Merkel en unas declaraciones a su llegada a la reunión de líderes del Partido Popular Europeo, que se celebró antes de la cumbre.
La posibilidad de poner en marcha una política energética común y las discusiones sobre las opas y fusiones dominaron las declaraciones de los pocos líderes que hablaron con la prensa a su llegada a la sede del Consejo de la UE, donde se celebra la cumbre. El ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, afirmó que "es importante que no haya proteccionismo en Europa, también cuando hablamos de fusiones y adquisiciones" de empresas, después de que la italiana Enel se considera perjudicada por la promoción del Gobierno francés de la fusión GDF-Suez.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró, por su parte, que no está "asustado" por la situación en el sector, ya que se debe a "dolores de crecimiento" del Mercado Interior. "Hay un hecho y es que estamos avanzando. Si se miran los cifras, hay más integración, más fusiones y más compras", afirmó. Sobre las medidas tomadas por algunos países, que han generado acusaciones de proteccionismo por parte de Italia, Barroso insistió en que "hay una regulación que debe ser respetada". Respecto a la discusión de una política europea de energía, el presidente de la Comisión dijo que "no estamos pidiendo más poderes", y destacó que "hace falta más integración" en el sector.
Los Veinticinco ya abandonaron, en el último Consejo de Ministros de Energía, la propuesta de la Comisión de crear un organismo regulador europeo de la energía, y en su lugar están a favor de una mayor coordinación entre los diferentes países. El primer ministro sueco, Goran Persson, declaró hoy al llegar a la cumbre que "estamos a favor de una mayor coordinación", pero insistió en que la energía "sigue siendo una cuestión nacional". El jefe del Gobierno eslovaco, Mikulas Dzurinda, se manifestó a favor de "cooperar más en este área", especialmente en la diversificación de los suministros, y se mostró esperanzado en que "seremos capaces de hacerlo".
El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Cándido Méndez; el presidente de la patronal UNICE, Antoine Seilliere, y el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, expusieron a los líderes sus prioridades en el área económica y laboral.
Tras la discusión económica, los dirigentes europeos comenzaron el debate sobre la creación de una política común de energía. Un debate que se produce en un momento de gran actividad en ese sector con los anuncios de fusiones y opas entre importantes empresas europeas de la energía y con las medidas tomadas por los gobiernos de Francia y España para dificultar algunas operaciones.
La discusión sobre energía ha sido introducida por la canciller alemana, Angela Merkel, quien, antes del inicio de la cumbre, declaró que los países de la UE no pueden pensar en el sector de la energía "en términos nacionales", pero se mostró contraria a dar nuevas competencias a la Comisión Europea en este sector. "Tenemos que aceptar que hay operadores europeos en la energía y la industria, y no podemos pensar sólo en términos nacionales", afirmó Merkel en unas declaraciones a su llegada a la reunión de líderes del Partido Popular Europeo, que se celebró antes de la cumbre.
La posibilidad de poner en marcha una política energética común y las discusiones sobre las opas y fusiones dominaron las declaraciones de los pocos líderes que hablaron con la prensa a su llegada a la sede del Consejo de la UE, donde se celebra la cumbre. El ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, afirmó que "es importante que no haya proteccionismo en Europa, también cuando hablamos de fusiones y adquisiciones" de empresas, después de que la italiana Enel se considera perjudicada por la promoción del Gobierno francés de la fusión GDF-Suez.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró, por su parte, que no está "asustado" por la situación en el sector, ya que se debe a "dolores de crecimiento" del Mercado Interior. "Hay un hecho y es que estamos avanzando. Si se miran los cifras, hay más integración, más fusiones y más compras", afirmó. Sobre las medidas tomadas por algunos países, que han generado acusaciones de proteccionismo por parte de Italia, Barroso insistió en que "hay una regulación que debe ser respetada". Respecto a la discusión de una política europea de energía, el presidente de la Comisión dijo que "no estamos pidiendo más poderes", y destacó que "hace falta más integración" en el sector.
Los Veinticinco ya abandonaron, en el último Consejo de Ministros de Energía, la propuesta de la Comisión de crear un organismo regulador europeo de la energía, y en su lugar están a favor de una mayor coordinación entre los diferentes países. El primer ministro sueco, Goran Persson, declaró hoy al llegar a la cumbre que "estamos a favor de una mayor coordinación", pero insistió en que la energía "sigue siendo una cuestión nacional". El jefe del Gobierno eslovaco, Mikulas Dzurinda, se manifestó a favor de "cooperar más en este área", especialmente en la diversificación de los suministros, y se mostró esperanzado en que "seremos capaces de hacerlo".