L D (EFE) El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, había anunciado esta mañana su intención de plantear al Consejo Europeo "mejoras" al acuerdo de los ministros, aunque por la tarde, justo a la entrada de la reunión, afirmó que la reforma "está bien como la ha decidido el (Consejo de Economía y Finanzas) Ecofin".
Durante la reunión de los mandatarios, Berlusconi tuvo una "intervención específica" para pedir un ajuste en los mecanismos de contabilidad de la inversión pública, según relató el vicepresidente español y ministro de Economía, Pedro Solbes. No obstante, la petición no dio lugar a ningún cambio en los términos de la reforma, dado que, según Solbes, los ajustes demandados por Berlusconi ya están previstos en el acuerdo del Ecofin, así como en las propuestas para reforzar el papel de la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat) a la hora de verificar las cifras macroeconómicas de cada país.
Precisamente, Eurostat no ha querido validar todavía los datos sobre déficit fiscal de Italia, ni los de Grecia, relativos al año 2004, a la espera de aclarar algunos elementos de sus finanzas públicas. El dato provisional del déficit italiano es del 3% del PIB, aunque Eurostat prevé una revisión al alza. La reforma negociada por los ministros y aprobada hoy por los mandatarios permite una aplicación más flexible de las reglas de disciplina fiscal de la UE, de forma que los Estados miembros tiendan al equilibrio presupuestario en épocas de bonanza económica, pero tengan más margen para fomentar el crecimiento económico mediante el gasto público en coyunturas menos favorables.
El nuevo Pacto atiende así las demandas de Francia, Alemania, y otros Estados incumplidores del límite del déficit, que consideraban las reglas vigentes como un corsé que podría obstaculizar la reactivación de sus economías. La revisión ha sido bien recibida por organizaciones sindicales europeas, pero es vista con cautela por los empresarios, y con "preocupación" por el Banco Central Europeo, que alerta del riesgo de dañar la estabilidad de la zona euro si los gobiernos no mantienen la disciplina fiscal.