Nueva sesión de infarto para los operadores de bolsa, tanto en España como a nivel europeo. La bolsa está que arde tras el terremoto, el posterior tsunami y la crisis nuclear que sufre Japón, especialmente desde la pasada madrugada del martes (en España) cuando la situación de la central de Fukushima empezó a alcanzar un estado crítico.
La tensión es máxima en las mesas de negociación, donde las grandes firmas y los operadores reaccionan de inmediato a cualquier información relacionada con la crisis nuclear nipona. Esto es, precisamente, lo que ha sucedido este miércoles, cuando el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, declaró lo siguiente: "En las próximas horas corremos el riesgo de asistir a una nueva catástrofe de gran peligro para los habitantes y el bienestar del archipiélago" japonés.
La reacción fue inmediata, y las bolsas europeas, incluida la española, empezaron a caer a plomo tras una masiva orden de ventas por parte de los operadores y la activación de los stop loss, un mecanismo que ordena la venta automática de acciones en caso de caída. De hecho, las palabras de Oettinger llegaron a colapsar los sistemas informáticos de las bolsas durante cerca de un minuto.
Las ventas masivas llegaron a bloquear durante un momento las plataformas electrónicas que emplean los operadores para la compraventa de acciones. "El sistema estuvo bloqueado durante cerca de un minuto y nos impedía introducir nuevas órdenes". La plataforma estaba "saturada debido a la acumulación de órdenes" y el consiguiente retraso en la materialización de las mismas, según explica a Libre Mercado un operador de una sociedad de valores en España.
¿Qué sucedió? Oettinger disparó el botón del pánico en torno a las cuatro de la tarde. "Su comentario hizo que se colapsaran los sistemas informáticos de todas las bolsas durante más de un minuto, desde el SIBE hasta el NYSE pasando por Bloomberg", explica este mismo broker. El SIBE es el Sistema de Interconexión Bursátil Español, la plataforma electrónica para la negociación de valores de renta variable.
Efectivamente, el Ibex empezó la sesión subiendo tras el fuerte rebote que registró ayer Japón, superior al 5%. Sin embargo, la situación de violencia creciente en Oriente Medio y, sobre todo, la rebaja del rating a Portugal aplicada por la agencia Moody's tiñó de rojo la bolsa española a media sesión.
Una típica sesión de vaivenes hasta la aparición de Oettinger. Y es que, el plato fuerte del día llegó a primera hora de la tarde de la mano del comisario de Energía europeo, tras apuntar que la "catástrofe" en Japón podría llegar en apenas unas horas. En concreto, insistió en que la situación en la central nuclear japonesa de Fukushima está "fuera de control" y alertó de que podrían producirse "nuevas catástrofes" en las próximas horas que pongan en riesgo la seguridad de las personas que permanezcan en el país.
Oettinger aseguró en una comparecencia ante la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara que "esta instalación está fuera de control" y que las autoridades japonesas "no saben" cómo resolver esta crisis. En esta línea, lamentó las "divergencias claras" entre la información ofrecida por el Gobierno nipón y los datos facilitados por la empresa que gestiona la planta de Fukushina, Tokyo Electric Power Co. (TEPCO).
"Hasta ahora tenía una opinión muy alta de la competencia técnica y fiabilidad de los japoneses, pero quizá haya que revisar la opinión porque hay muchas incoherencias", aseguró. El comisario ya sembró la alarma este martes con unas declaraciones ante otro grupo de eurodiputados al comparar la situación en Japón con el "apocalipsis" y, en esta ocasión, ha dicho que lo ocurrido en el país asiático se sitúa "entre una catástrofe y una gran catástrofe".
Unas declaraciones de estas características no dejaron indiferente a nadie ya que, en teoría, se trata de la máxima autoridad en materia energética de la UE. A partir de ese momento, las bolsas europeas empezaron a registrar fuertes pérdidas: el Ibex llegó a desplomarse más de un 2,5% en apenas unos minutos, al igual que el resto de plazas europeas.
Sin embargo, poco a poco las pérdidas se fueron moderando conforme se aproximaba el cierre: el Ibex cerró finalmente con una caída del 2,30%, la mayor desde el pasado 21 de febrero; el FTSE recortó un 1,7%, el Cac un 2,23% y el Dax alemán perdió un 2,01%.
¿A qué respondió esta corrección? Según los analistas bursátiles consultados por Libre Mercado, las pérdidas se fueron atenuando conforme Oettinger matizaba sus apreciaciones poco antes del cierre de las sesión. Así, tal y como informa Bloomberg, el comisario fue desdiciéndose de su diagnóstico inicial poco antes del cierre: tras su comparecencia en el Parlamento, Oettinger matizó que su percepción de "catástrofe" se basaba en información procedente de la Comisión, la misión de la UE en Tokio, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) así como de los informes de los medios de comunicación. "Todos estos expertos han leído con mejores lentes que la mía", indicó.
Poco después, y ante las insistentes preguntas de los periodistas, Marlene Holzner, la portavoz de Oettinger en Bruselas, aclaró que la información que posee la Comisión Europea, y en concreto el comisario de Energía, sobre la situación de Fukushima no procede de ninguna fuente reservada sino "parte de los medios de comunicación, parte del Gobierno".