L D (Agencias) El barril de Brent para entrega en junio se pagaba a 73,99 dólares, justo después de superar por primera vez los 74 dólares. El petróleo del Mar del Norte llegó a pagarse el martes a 74 dólares el barril, un precio sin precedentes desde que el Intercontinental Exchange Futures (ICE) empezó sus actividades en 1988. De esa manera, el Brent cosechó el noveno máximo histórico consecutivo.
Paralelamente, el barril de crudo de Texas batió este miércoles un nuevo récord y cerró en Nueva York con un precio de 72,17 dólares, tras constatar el mercado un fuerte descenso en las reservas de gasolina almacenadas en Estados Unidos. Tradicionalmente, el petróleo del Mar del Norte suele ser más barato que el crudo tejano, pero la crisis iraní ha contribuido a invertir esa situación, debido a que Europa importa petróleo iraní y Estados Unidos no.
Paralelamente, el barril de crudo de Texas batió este miércoles un nuevo récord y cerró en Nueva York con un precio de 72,17 dólares, tras constatar el mercado un fuerte descenso en las reservas de gasolina almacenadas en Estados Unidos. Tradicionalmente, el petróleo del Mar del Norte suele ser más barato que el crudo tejano, pero la crisis iraní ha contribuido a invertir esa situación, debido a que Europa importa petróleo iraní y Estados Unidos no.
Mientras, el precio del barril de crudo de la OPEP ha sumado un nuevo máximo histórico al venderse el miércoles a 66,36 dólares, 56 centavos de dólar más que la jornada anterior. Esta nueva subida supone el sexto máximo histórico nominal en los últimos siete días de cotización de la "cesta OPEP", que se calcula con el crudo más representativo de cada uno de los 11 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La cotización del barril de petróleo de la OPEP se ha encarecido más de un 12 por ciento en las últimas tres semanas, debido al conflicto sobre el programa nuclear de Irán, el efecto de la violencia sobre la producción en Nigeria y los problemas de refino en EEUU.
Las escaladas del crudo se deben a una serie de factores de presión, entre los que destaca la crisis generada por el polémico programa nuclear de Irán, aunque también influyen la situación de violencia en Nigeria y los problemas de refino en EEUU. El efecto en los mercados del litigio con Irán, cuarto productor mundial, se debe a que exporta unos 2,7 millones de barriles diarios que son insustituibles en el mercado ya que todos los países, excepto Arabia Saudí, están bombeando al máximo.
Además, los mercados están nerviosos ante la perspectiva de que el Consejo de Seguridad de la ONU llegue a imponer sanciones contra el régimen iraní por sus ambiciones nucleares, o que Washington decida optar por la vía militar. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, vaticinó este miércoles que el precio mundial del petróleo, pese su vertiginoso repunte, "aún no ha llegado a su precio real", y adelantó un plan para proteger de los efectos de ese incremento a los países pobres.
Aunque el Ejecutivo de Teherán insiste en que su programa nuclear sólo persigue fines civiles, como la generación de energía eléctrica, Estados Unidos y la Unión Europea consideran que Irán pretende desarrollar armas atómicas. A la tensión en torno a Irán se suma la pérdida de una producción de alrededor de medio millón de barriles diarios en Nigeria, primer productor africano de crudo y sexto entre los miembros de la OPEP, por los ataques de fuerzas separatistas en el delta del río Níger. A estos condicionantes geopolíticos se sumó este miércoles la confirmación de un descenso de las reservas de gasolina en Estados Unidos, que cayeron en 5,4 millones de barriles la semana pasada, así como las de petróleo, que bajaron en 800.000 barriles.
Las refinerías en EEUU no han podido procesar al máximo el petróleo debido a problemas de mantenimiento ocasionados por el devastador paso del huracán Katrina en agosto pasado por el Golfo de México.