L D (EFE) La economía de América Latina crecerá en torno a un 4% este año a pesar del alza de las tasas de interés en Estados Unidos, dijo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias. "Estamos viendo una retomada del crecimiento económico en la región y la pregunta es si es duradera o no", afirmó Iglesias al intervenir en la conferencia anual de la Asociación Regional de Empresas de Petróleo y Gas de América Latina y el Caribe, abierta en la ciudad brasileña de Salvador.
Según el presidente del BID, los problemas fiscales, la falta de recursos para inversión en infraestructura y la carga de la deuda externa son los tres principales problemas que siembran interrogantes en este escenario. Para Iglesias, lo más grave es que la región aún no comenzó a sentir el impacto del aumento de las tasas de interés a nivel internacional en su elevada deuda. "Las tasas ya empezaron a subir. Su impacto es tal que por cada 200 puntos que suben en el norte, eso repercute en 400 ó 500 puntos en el sur", observó.
Además del nivel de la deuda, la debilidad del sistema financiero y la necesidad de inversiones en infraestructura siembran interrogantes sobre la posibilidad de que el crecimiento regional sea sostenido y estable. La región necesita inversiones por 70.000 millones de dólares anuales en infraestructura, transporte y comunicaciones, y sólo dispone por ahorro interno y recursos propios de cerca de la mitad de esa cifra. En estos puntos "debemos concentrar la atención en estos dos o tres años que debe durar la bonanza", señaló Iglesias.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el nivel ideal de la relación entre el monto de la deuda externa y el Producto Interior Bruto (PIB) de un país debe ser en torno al 40 por ciento. Pero en la región hay países que superan el 50, 60 y 100% de esa relación, explicó Iglesias. "Este año estamos esperando un crecimiento del 4%. Todo el mundo está creciendo en América latina", dijo Iglesias al destacar los altos índices de expansión esperados en países como Argentina, Brasil y Uruguay.
Brasil, estimó, crecerá en torno al 4%, Uruguay en un 8 ó 9%, y Argentina en una cifra similar. "Los vientos externos están detrás de esta bonanza", dijo Iglesias al recalcar que en la región prevalecen una serie de debilidades que dificultan la posibilidad de hacer que está crecimiento sea estable y sostenido en los próximos años.
En 2003, la economía regional creció un 1,5 por ciento, muy por debajo de su potencial, recordó. Iglesias aseguró que en su cálculo de crecimiento de 4,0% para la región ya ha descontado el impacto del alza internacional de los tipos.