(Libertad Digital) El BCE aguantó hasta octubre sin alterar la tasa europea pero, finalmente, las presiones de los mercados han llevado al regulador europeo a anteponer la crisis de liquidez a la lucha contra la inflación.
El gobernador del BCE, Jean Claude-Trichet, ha justificado su decisión en el "alivio de los riesgos inflacionarios", aunque ha advertido que "no han desaparecido por completo". También ha hecho referencia a "la desaceleración económica", ya que, a su juicio, "cada vez hay más tensiones que se pasan de lo financiero a la economía real". En este sentido, ha dicho que espera que las medidas adoptadas por los gobiernos sirvan para "aumentar la confianza en el sistema financiero y evitar el frenazo en el crédito para empresas y familias".
Los expertos prevén un nuevo recorte antes de finales de año, con lo que a mediados de 2009 los tipos podrían bajar hasta el 2 por ciento. En condiciones normales, el Euribor se sitúa entre un 0,30 y un 0,50 por encima de la tasa europea, pero en los últimos meses se encontraba distorsionado por la crisis de liquidez y la falta de confianza entre entidades. Por eso, los analistas no se ponen de acuerdo sobre la respuesta que tendrá este indicador a la reciente bajada de los tipos del BCE.
La amenaza de recesión sobre la economía de la Eurozona será determinante en las decisiones del BCE ante el aparente control sobre las expectativas de inflación mostrado por las últimas referencias.
El BCE ha valorado que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro bajó un 0,2 por ciento en el segundo trimestre, mientras que en tasa interanual subió un 1,4 por ciento. El gasto de consumo final de los hogares descendió un 0,2 por ciento en la Eurozona y las inversiones retrocedieron un 1 por ciento.
Asimismo, el volumen de las ventas minoristas en la zona euro durante el pasado mes de septiembre disminuyó un 1,6 por ciento en términos interanuales y un 0,2 por ciento respecto al mes de agosto.
El pasado lunes, la Comisión Europea revisó a la baja sus previsiones para la zona euro y afirmó que el bloque se encuentra ya en recesión tras la contracción experimentada en el segundo trimestre y el descenso del 0,1 por ciento del PIB previsto para el tercer y cuarto trimestre, una situación que no mejorará hasta 2009 de manera gradual.
Por su parte, Eurostat había informado de que la tasa de inflación interanual de la zona euro disminuyó en octubre cuatro décimas, hasta el 3,2 por ciento, la tasa más baja en lo que va de año.