En una reunión extraordinaria, convocada por sorpresa, el BOJ acordó continuar con sus medidas de flexibilización monetaria contra la crisis y mantener los tipos cercanos a cero (0,1 por ciento).
El nuevo instrumento de flexibilización monetaria anunciado este martes por la entidad emisora nipona aceptará como colateral obligaciones de los bancos, papel comercial y bonos del Gobierno, y tiene como objetivo contribuir a la bajada de los intereses en los mercados financieros, con el fin de estimular el consumo.
Según el comunicado publicado poco después de la reunión del comité monetario de la entidad, la economía japonesa "todavía no puede sostener por sí misma la recuperación en la inversión y el consumo privado".
El BOJ se comprometió además a hacer "todo lo posible" para hacer frente al "crítico desafío de la deflación" que lastra la economía nipona y se espera se extienda durante tres ejercicios fiscales. Según el BOJ, existen riesgos derivados de los recientes problemas financieros internacionales y la inestabilidad del mercado de divisas, en posible referencia a los problemas generados por la crisis en Dubai y la caída del dólar frente al yen hasta la banda de los 84 yenes.
El Gobierno nipón ha presionado en repetidas ocasiones al BOJ para que tome medidas concretas para atajar la deflación y el alza del yen, que perjudica a los grandes exportadores.
Hoy, al conocer la decisión del BOJ, el ministro portavoz, Hirofumi Hirano, apoyó la medida, que calificó de "apropiada" teniendo en cuenta la actual situación económica, y dijo que van "en paralelo" a los esfuerzos del Gobierno para salir de la crisis. Hirano explicó que el primer ministro, Yukio Hatoyama, se reunirá mañana miércoles con el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, para analizar la situación económica.
Según el diario Nikkei , la medida se sumará a los 2,7 billones de yenes (20.750 millones de euros) de la segunda ampliación del presupuesto de este año fiscal planeado por el nuevo Gobierno del Partido Democrático y a los 900.000 millones de yenes (6.943 millones de euros) para iniciativas medioambientales.
El Ejecutivo anunció el lunes que ampliará el presupuesto extra que tiene previsto aplicar en este año fiscal hasta esos 2,7 billones de yenes a fin de amortiguar los efectos de la subida del yen y de la persistente deflación. Las causas con la caída del dólar frente al yen por debajo de las 90 unidades y la crisis crediticia en Dubai, que puede afectar a empresas japonesas ligadas con el emirato.