Esto supone un desafío a la política tradicional del Banco de Italia, que siempre se ha opuesto a la entrada mayoritaria de capital extranjero en las entidades italianas. Ahora, el gobernador del instituto emisor, Antonio Fazio -principal defensor de esta política- deberá decidir si da un giro y facilita el ingreso del BBVA en el sistema bancario italiano, lo que supondría el primer caso en el que una entidad del país transalpino pasa a manos extranjeras.
La patronal y los sindicatos italianos han dado su visto bueno al movimiento del BBVA, pero desde el Gobierno de Berlusconi se han mostrado cautos y han instado a Fazio a examinar la oferta con detenimiento. La documentación se encuentra ya en manos del Banco de Italia, que emitirán su juicio en función del perfil del BBVA y la existencia de garantías del respeto a ciertas normas.
Entre otras cosas, el banco español debe asegurar que llevará a cabo una gestión "sana y prudente" de la BNL, tutelará la estabilidad de su sistema, velará por el patrimonio y presentará un proyecto industrial válido. También se comprobará si existe una adecuada organización interna y la "honorabilidad y profesionalidad" de los administradores de la entidad.
Por otra parte, se examinarán las indicaciones facilitadas por el BBVA acerca de los puntos esenciales de la OPA, como plazos, modalidad y fuentes de financiación. El Banco de Italia tiene una semana para emitir su valoración sobre posibles obstáculos, por lo que deberá comunicar los resultados de su examen al BBVA antes del próximo día 26 de este mes.
Si la entidad que preside Antonio Fazio obstaculiza la oferta, el banco español tiene la posibilidad de recurrir a Bruselas, que ya el pasado febrero "reprendió" al Banco de Italia y le advirtió de que obstruir acciones de este tipo viola la normativa comunitaria.
Lucha por el poder
Con esta maniobra, el BBVA quiere poner fin a la lucha abierta en el seno de la BNL por el control de la entidad, gestionada actualmente de forma conjunta por la entidad española, el grupo asegurador Generali y el empresario local Diego Della Valle.
En este sentido, el Banco Popular de Verona y Novara (BPVN) ha suspendido definitivamente las negociaciones para hacerse con el control de la BNL. En un comunicado, señalan que "en relación a las comprobaciones y análisis dirigidos a emprender un proyecto de integración con la BNL, el BPVN ha constatado que no se han concretado las condiciones necesarias para presentar el proyecto al consejo de administración".
La entidad italiana evaluaba la posibilidad de adquirir el 20 por ciento de la BNL, con vistas a formar una alianza de gestión con el llamado "contra-pacto" que lidera el empresario Francesco Gaetano Caltagirone, lo que les permitiría controlar de forma conjunta la banca con cerca del 30 por ciento del capital.