El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), acudió este martes por la mañana al Senado para realizar la valoración de la situación actual de la economía española. Y su análisis es muy preocupante: la situación en Irlanda se ha contagiado a España y habrá que ser muy exigente en el cumplimiento de las cuentas públicas. Es decir, en lenguaje del Banco de España, no siempre fácil de comprender, el peligro es grande para la economía española y es posible que haya que hacer más ajustes en 2011, además de los realizados a lo largo de este año. Habrá que seguir haciendo sacrificios. Por ejemplo, con las pensiones, Fernández Ordóñez ha asegurado que es una "concesión bastante importante" haberlas congelado y no recortado. Además, ha pedido una reforma del sistema. Todo junto parece una insinuación clara, ¿habrá que rebajar las pensiones para cumplir con los objetivos de déficit el año que viene?.
Por eso, Fernández Ordóñez pidió seguir avanzando en las reformas económicas y mantener el compromiso de reducir el déficit público para recuperar la confianza de los mercados tras el contagio de la crisis de deuda de Irlanda a los países del sur de Europa. El contagio se ha producido y ha sido "muy fuerte" sobre Portugal y menor sobre España e Italia, dijo, pero no se puede ignorar que España "está en una lista" y que se va a ser "más exigentes" con unos presupuestos que tienen que contribuir al crecimiento, la creación de empleo y la estabilidad económica.
Además, en su intervención en la Comisión de Presupuestos del Senado, el gobernador incidió en que para no perder la credibilidad internacional la consolidación fiscal es ahora "más importante que nunca". Y eso a pesar de que el gobernador aseguró que una parte de las tensiones de las últimas semanas responde a la sobrerreacción de los mercados financieros, "que no siempre han sabido valorar correctamente las fortalezas y debilidades relativas de las distintas economías".
Fernández Ordóñez se mostró confiado en que, si hay "perseverancia y seriedad" para cumplir el compromiso de reducir el déficit público, los mercados verán los esfuerzos y los aspectos positivos de España. No obstante, destacó que "hay que trabajar mucho" para que se aprecien esas fortalezas, entre las que citó la menor proporción de deuda pública respecto al PIB frente a otras economías europeas, así como la solidez del sistema financiero español.
Ante las "incertidumbres" de la recuperación económica de España y el paro como su principal problema, el gobernador pidió que se aplique el nuevo marco laboral y se reforme la negociación colectiva para permitir que empresarios y trabajadores adecuen salarios a la situación actual e introduzcan retribuciones variables que les permitan recuperar parte de su poder adquisitivo en el futuro.
Las pensiones
Al mismo tiempo, instó a abordar la reforma de las pensiones, "crucial para recuperar la confianza de los mercados" y "de especial trascendencia", sobre todo si se hace "de manera inmediata y su contenido es suficientemente ambicioso". Además, Fernández Ordóñez aludió a la congelación de las pensiones decidida por el Gobierno y a la petición de algunos senadores de que se vuelvan a subir esas prestaciones, y advirtió de que éste "no es un momento de subida de gastos". Añadió que, en un contexto en el que "se recorta todo", supone una "concesión ya bastante importante" mantener las pensiones como están. Propuso una adecuada combinación entre elevar la edad de jubilación, fijar un número mínimo de años para acceder a la prestación y un periodo determinado para el cálculo de la pensión.
"Se trata de convencer de que vamos a hacer lo que hemos dicho que vamos a hacer", esto es, avanzar en las reformas y la consolidación fiscal para lograr que el déficit público no supere el 3% del PIB en 2013, dijo. Un compromiso que comparte con el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, y el de Hacienda, Carlos Ocaña, que expresaron también esta idea en la misma comisión. Según el gobernador, un claro ejemplo de ese esfuerzo "se va a notar pronto", ya que con los datos del déficit del Estado que, a su juicio "van muy bien", puede que la Administración central logre su objetivo de reducción para este año.
La corrección del déficit público es una prioridad "ineludible", por lo que Fernández Ordóñez pidió el compromiso de todas las administraciones con este fin e insistió en que los Parlamentos autonómicos fijen un límite de gasto anual y publiquen su ejecución presupuestaria. La consolidación fiscal, advirtió, "no está exenta de riesgos" por lo que exigió un seguimiento y control riguroso de los ingresos y gastos, para que, si se producen desviaciones, se puedan tomar las medidas adecuadas.
Sobre este asunto, manifestó que es importante "mantener intacta" la credibilidad ganada tras las medidas aprobadas en este año y "reforzarla a través de un avance continuo" en el desarrollo del programa de reducción del déficit del Gobierno.