(Libertad Digital) El ahorro financiero de las familias españolas, es decir, la diferencia entre los activos adquiridos y las deudas contraídas, ascendió el año pasado a 9.992 millones de euros, lo que supone un 1,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y un aumento de 1.654 millones de euros respecto a 2001. Resulta curioso comparar estos datos con los ofrecidos hace exactamente una semana por la patronal de Seguros, Unespa , sobre la misma cuestión. Según el informe de Unespa, seis de cada diez hogares españoles (8,35 millones de personas) no ahorran practicamente nada al mes, pese a estar "convencidos de que la pensión de la Seguridad Social no les permitirá mantener su nivel de vida tras la jubilación". Claro que tampoco incluían como ahorro la inversión en vivienda.
Según los datos contenidos en el Informe Anual del Banco de España, este es el segundo año consecutivo que aumenta el ahorro de los hogares, que se recuperó en 2001 tras cinco años consecutivos de caídas. Esta mejoría del ahorro se debe, entre otras razones, a que las expectativas de crecimiento económico son menores y las familias sienten más inquietud por ahorrar, y por la necesidad que tienen de recomponer su patrimonio tras varios años de deterioro. Sin embargo, se trata de un aumento "modesto", según el Banco de España, debido al gran incremento del precio de la vivienda, que fue del 16,6 por ciento en 2002. El organismo supervisor explica en su Informe Anual que la crisis económica internacional influyó de forma significativa en las decisiones de inversión financiera de las familias españolas, que mostraron de nuevo el año pasado una clara preferencia por los productos más líquidos y de menor riesgo.
En total, la adquisición neta de activos financieros en los hogares españoles ascendió el año pasado a 65.232 millones de euros, es decir, 15.273 millones de euros más que en 2001. Tanto el efectivo como los depósitos a la vista fueron el componente principal de la adquisición neta de activos financieros en 2002, al acaparar un total de 38.335 millones de euros. Las familias continuaron adquiriendo fondos de inversión, pero en mucha menor medida que en 2001 –1.525 millones de euros frente a 4.960 millones de euros el año anterior–, y orientaron básicamente sus preferencias hacia fondos del mercado monetario o hacia Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM) de renta fija de la zona euro. Sin embargo, también invirtieron parte de su dinero en adquirir valores de renta variable, hasta un total de 6.925 millones de euros, tanto de empresas cotizadas como no cotizadas, a pesar de las caídas bursátiles y de la gran volatilidad que caracteriza en los últimos años a estos mercados.
Según los datos contenidos en el Informe Anual del Banco de España, este es el segundo año consecutivo que aumenta el ahorro de los hogares, que se recuperó en 2001 tras cinco años consecutivos de caídas. Esta mejoría del ahorro se debe, entre otras razones, a que las expectativas de crecimiento económico son menores y las familias sienten más inquietud por ahorrar, y por la necesidad que tienen de recomponer su patrimonio tras varios años de deterioro. Sin embargo, se trata de un aumento "modesto", según el Banco de España, debido al gran incremento del precio de la vivienda, que fue del 16,6 por ciento en 2002. El organismo supervisor explica en su Informe Anual que la crisis económica internacional influyó de forma significativa en las decisiones de inversión financiera de las familias españolas, que mostraron de nuevo el año pasado una clara preferencia por los productos más líquidos y de menor riesgo.
En total, la adquisición neta de activos financieros en los hogares españoles ascendió el año pasado a 65.232 millones de euros, es decir, 15.273 millones de euros más que en 2001. Tanto el efectivo como los depósitos a la vista fueron el componente principal de la adquisición neta de activos financieros en 2002, al acaparar un total de 38.335 millones de euros. Las familias continuaron adquiriendo fondos de inversión, pero en mucha menor medida que en 2001 –1.525 millones de euros frente a 4.960 millones de euros el año anterior–, y orientaron básicamente sus preferencias hacia fondos del mercado monetario o hacia Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM) de renta fija de la zona euro. Sin embargo, también invirtieron parte de su dinero en adquirir valores de renta variable, hasta un total de 6.925 millones de euros, tanto de empresas cotizadas como no cotizadas, a pesar de las caídas bursátiles y de la gran volatilidad que caracteriza en los últimos años a estos mercados.