LD (Europa Press) El organismo presidido por Fernández Ordoñez ha advertido este viernes a los bancos y cajas sobre el riesgo que supone el fuerte crecimiento del crédito y su concentración en determinados segmentos de negocio, como el inmobiliario, en su último Informe de Estabilidad Financiera correspondiente al mes de junio, y en el que recomienda "prudencia".
Esta institución destaca que el crédito a empresas de construcción y promoción inmobiliaria ha continuado acelerándose hasta alcanzar en junio de este año el 39,7 por ciento, mientras que la financiación bancaria a empresas de promoción inmobiliaria se aceleró de nuevo en la primera mitad de 2006, con una tasa de crecimiento en junio del 46,7 por ciento.
En este sentido, el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordónez destaca que en el pasado "fuertes crecimientos del crédito acabaron traduciéndose en una elevada morosidad cuando la posición cíclica de la economía empeoró significativamente".
Asimismo, el informe subraya que la fuerte expansión del crédito al sector inmobiliario en los últimos años ha aumentado significativamente la concentración de las carteras crediticias de las entidades de depósito, de manera que en junio de 2006, cerca de una cuarta parte (23,8 por ciento) del crédito al sector privado residente concebido por las entidades de depósito españolas estaba destinado a financiar empresas de construcción y promoción inmobiliaria, cuando el valor añadido de la construcción sobre el PIB es del 11,4 por ciento.
Dentro de la financiación empresarial, el informe señala que la concentración es todavía mayor, alcanzando en junio de 2006 casi la mitad de la cartera de créditos a empresas no financiaras (47,4 por ciento), y siendo la financiación a promotores un 30,1 por ciento de dicha cartera.
La morosidad podría dispararse
No obstante, el Banco de España destaca que la morosidad se encuentra en niveles reducidos, como consecuencia de la buena evolución de la economía española, el aumento del empleo sostenido, unos tipos de interés reales muy bajos y una sólida posición financiera de las empresas.
En concreto, la morosidad del crédito bancario a empresas se situaba en junio en el 0,68 por ciento, algo inferior a la de las familias (0,60 por ciento). Estos datos son el resultado de una evolución dispar entre la financiación al consumo, con ratios de morosidad crecientes y que alcanzaban el 1,93 por ciento, y la financiación para la adquisición de una vivienda, con un ratio de morosidad estabilizada en el último año en torno al 0,4 por ciento.
El ratio de morosidad en el crédito a construcción y promoción inmobiliaria es inferior al promedio de la morosidad de las empresas, en buena medida debido al fuerte crecimiento del crédito, ya que los activos dudosos están creciendo al 18 por ciento en tasa interanual.
Por otro lado, el Banco de España también destacó la fortaleza de las entidades de depósito españolas, tanto en términos de rentabilidad como de solvencia, y achacó esta buena evolución al crecimiento de la actividad tanto en España como en el exterior, y al aumento de eficiencia. Sin embargo, insiste en destacar que las políticas crediticias de las entidades "cobran especial relevancia" en un contexto en el que la financiación sigue "creciendo a ritmos elevados".
Las entidades de depósito que operan en España lograron un beneficio de 12.364 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un incremento del 38,5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.