Ld (EFE) A las familias españolas les cuesta cada vez más incrementar sus activos financieros. Esto les hace contraer deudas con mayor velocidad, lo que ha generado que en sólo doce meses hayan reducido su ahorro financiero neto en 35.300 millones de euros, hasta situarlo en 697.000 millones al término de marzo.
Así consta en los últimos datos publicados por el Banco de España, donde se pone de manifiesto que los hogares e instituciones sin ánimo de lucro incrementaron sus activos, como acciones o depósitos, un 1,71% entre marzo de este año y el mismo mes del año anterior, mientras que los pasivos crecieron el 13,47 por ciento. El mayor ritmo de crecimiento de las deudas que de los activos fue la causa de que el ahorro se redujera más de 35.000 millones de euros en un año, lo que supone un porcentaje cercano al cinco por ciento.
Con ello, el ahorro de las familias vuelve a tomar la senda descendente que había iniciado en el primer trimestre del año pasado y que sólo se había roto con el ascenso de los tres últimos meses de 2002. Al término de marzo, los activos financieros de las familias españolas estaban valorados en 1,158 billones de euros y los pasivos, en 461.353 millones. De esta última partida, la mayor parte —361.100 millones— correspondía a préstamos a largo plazo, en los que están incluidas las hipotecas, y el resto eran créditos a corto plazo o comerciales.
Entre marzo pasado y el mismo mes del año anterior, los créditos a largo plazo crecieron más de 45.100 millones de euros, en tanto que los préstamos a corto plazo y otras cuentas pendientes de pago lo hicieron en 9.637 millones de euros. El crecimiento de los activos financieros de las familias españolas se vio lastrado principalmente por la caída de las acciones y otras participaciones, cuya posesión se redujo en un 6,80%, hasta los 430.019 millones de euros. En cambio, el efectivo y los depósitos aumentaron en más de 35.000 millones, equivalentes al 7,77%, hasta alcanzar un saldo de 485.477 millones de euros, en tanto que los valores distintos de acciones registraron un crecimiento del 13,44%, hasta 21.773 millones.
Así consta en los últimos datos publicados por el Banco de España, donde se pone de manifiesto que los hogares e instituciones sin ánimo de lucro incrementaron sus activos, como acciones o depósitos, un 1,71% entre marzo de este año y el mismo mes del año anterior, mientras que los pasivos crecieron el 13,47 por ciento. El mayor ritmo de crecimiento de las deudas que de los activos fue la causa de que el ahorro se redujera más de 35.000 millones de euros en un año, lo que supone un porcentaje cercano al cinco por ciento.
Con ello, el ahorro de las familias vuelve a tomar la senda descendente que había iniciado en el primer trimestre del año pasado y que sólo se había roto con el ascenso de los tres últimos meses de 2002. Al término de marzo, los activos financieros de las familias españolas estaban valorados en 1,158 billones de euros y los pasivos, en 461.353 millones. De esta última partida, la mayor parte —361.100 millones— correspondía a préstamos a largo plazo, en los que están incluidas las hipotecas, y el resto eran créditos a corto plazo o comerciales.
Entre marzo pasado y el mismo mes del año anterior, los créditos a largo plazo crecieron más de 45.100 millones de euros, en tanto que los préstamos a corto plazo y otras cuentas pendientes de pago lo hicieron en 9.637 millones de euros. El crecimiento de los activos financieros de las familias españolas se vio lastrado principalmente por la caída de las acciones y otras participaciones, cuya posesión se redujo en un 6,80%, hasta los 430.019 millones de euros. En cambio, el efectivo y los depósitos aumentaron en más de 35.000 millones, equivalentes al 7,77%, hasta alcanzar un saldo de 485.477 millones de euros, en tanto que los valores distintos de acciones registraron un crecimiento del 13,44%, hasta 21.773 millones.