LD (EFE) "En mi opinión, el acuerdo textil muestra que podemos resolver disputas comerciales difíciles de forma beneficiosa para ambos países", señaló Portman en la conferencia de prensa que siguió a la firma. El ministro chino, por su parte, reconoció que en las negociaciones ambas partes habían estado en algún momento "al borde del precipicio". No obstante, el titular chino de Comercio coincidió con Portman en que el acuerdo es ventajoso para ambos países y elogió la "flexibilidad" mostrada por Washington en la negociación aunque poco después se quejó de que se hubiese quedado "muy lejos" de lo que esperaba China.
El acuerdo afecta a treinta y cuatro categorías de productos que van desde las camisas o los pantalones de algodón o lana, hasta la ropa interior, los trajes de baño, la fibra de poliéster o el hilo de coser. Quince de esas categorías no estaban antes cubiertas por el sistema de salvaguardas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que significa que China podía exportar libremente, según explicó Portman para destacar la importancia de lo conseguido desde el punto de vista de Estados Unidos.
Las salvaguardas previstas en el acuerdo de ingreso de China en la OMC permiten a un país imponer un límite del 7,5 por ciento al crecimiento anual de las importaciones de una categoría de productos cuando se produce una distorsión del mercado. El responsable del Comercio exterior estadounidense explicó, por otro lado, que la base utilizada para calcular el incremento de los contingentes previstos por este nuevo acuerdo está a un nivel inferior al de las actuales salvaguardas.
El acuerdo no comenzará aplicarse además hasta el uno de enero de 2006, lo que permitirá prepararse a la industria en el tiempo que queda hasta entonces. Según el negociador de EEUU, el acuerdo posibilitará en cualquier caso a los empresarios estadounidenses del sector textil planifiquen mejor ya que crea un "entorno predecible" para la industria. Mientras tanto podrán salir de las aduanas cientos de miles de prendas chinas actualmente retenidas en los puertos de Estados Unidos, según explicaron fuentes de la delegación estadounidense.
Según esas fuentes, el crecimiento de las importaciones estadounidenses de los textiles y ropa de confección china previstas en el acuerdo será de un 10 por ciento en 2006, de un 12,5 por ciento al año siguiente y de un 15 o un 16 por ciento en 2008. En el primer año de aplicación, la cantidad total de textiles chinos que entrará en Estados Unidos será en cualquier caso inferior a la que habría entrado con el sistema anterior, en 2007 será igual aproximadamente mientras que en 2008 la superará. En esos cálculos es preciso tener siempre en cuenta que hasta ahora estaban cubiertas por las salvaguardas sólo diecinueve categorías de productos.
El acuerdo afecta a treinta y cuatro categorías de productos que van desde las camisas o los pantalones de algodón o lana, hasta la ropa interior, los trajes de baño, la fibra de poliéster o el hilo de coser. Quince de esas categorías no estaban antes cubiertas por el sistema de salvaguardas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que significa que China podía exportar libremente, según explicó Portman para destacar la importancia de lo conseguido desde el punto de vista de Estados Unidos.
Las salvaguardas previstas en el acuerdo de ingreso de China en la OMC permiten a un país imponer un límite del 7,5 por ciento al crecimiento anual de las importaciones de una categoría de productos cuando se produce una distorsión del mercado. El responsable del Comercio exterior estadounidense explicó, por otro lado, que la base utilizada para calcular el incremento de los contingentes previstos por este nuevo acuerdo está a un nivel inferior al de las actuales salvaguardas.
El acuerdo no comenzará aplicarse además hasta el uno de enero de 2006, lo que permitirá prepararse a la industria en el tiempo que queda hasta entonces. Según el negociador de EEUU, el acuerdo posibilitará en cualquier caso a los empresarios estadounidenses del sector textil planifiquen mejor ya que crea un "entorno predecible" para la industria. Mientras tanto podrán salir de las aduanas cientos de miles de prendas chinas actualmente retenidas en los puertos de Estados Unidos, según explicaron fuentes de la delegación estadounidense.
Según esas fuentes, el crecimiento de las importaciones estadounidenses de los textiles y ropa de confección china previstas en el acuerdo será de un 10 por ciento en 2006, de un 12,5 por ciento al año siguiente y de un 15 o un 16 por ciento en 2008. En el primer año de aplicación, la cantidad total de textiles chinos que entrará en Estados Unidos será en cualquier caso inferior a la que habría entrado con el sistema anterior, en 2007 será igual aproximadamente mientras que en 2008 la superará. En esos cálculos es preciso tener siempre en cuenta que hasta ahora estaban cubiertas por las salvaguardas sólo diecinueve categorías de productos.