L D (EFE) En un comunicado, el presidente de EEUU, George W. Bush, que se encuentra en Hanoi para participar en la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ha rendido homenaje a Friedman, fallecido el jueves en San Francisco (EEUU) de una dolencia cardíaca a los 94 años. "EEUU ha perdido uno de sus grandes ciudadanos. Milton Friedman fue un pensador revolucionario y un economista extraordinario cuyo trabajo contribuyó a avanzar la dignidad y la libertad humanas", ha declarado Bush.
El trabajo de Friedman, ha declarado el mandatario, "transformó muchos de los bancos centrales del mundo, y ayudó a lograr la estabilidad económica y mejorar los niveles de vida en diversos países en todo el mundo".
Conocido sobre todo por su teoría del monetarismo, Friedman ganó gran popularidad en la década de los 80, cuando ejerció una gran influencia en la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) y en el gobierno de la conservadora primera ministra británica Margaret Thatcher (1979-1990). Ambos líderes adoptaron la idea de que la oferta monetaria era el factor clave a la hora de determinar el crecimiento económico y las tasas de inflación. Antes de Reagan, Richard Nixon (1969-1974) y Gerald Ford (1974-1977) habían adoptado ya en parte las teorías de Friedman.
El economista de origen judío defendió el crecimiento moderado y estable de la oferta monetaria, se opuso al control de precios y salarios y criticó a la Reserva Federal por intentar interferir en la marcha de la economía. A pesar de su oposición acérrima a la intervención del Estado, defendió la adopción de un "impuesto de la renta negativo" que permitiría a aquellos que ganaban menos de una cierta cantidad obtener ayuda del gobierno. Esas y otras aportaciones a la teoría económica le valieron el Nobel en 1976.
El trabajo de Friedman, ha declarado el mandatario, "transformó muchos de los bancos centrales del mundo, y ayudó a lograr la estabilidad económica y mejorar los niveles de vida en diversos países en todo el mundo".
Conocido sobre todo por su teoría del monetarismo, Friedman ganó gran popularidad en la década de los 80, cuando ejerció una gran influencia en la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) y en el gobierno de la conservadora primera ministra británica Margaret Thatcher (1979-1990). Ambos líderes adoptaron la idea de que la oferta monetaria era el factor clave a la hora de determinar el crecimiento económico y las tasas de inflación. Antes de Reagan, Richard Nixon (1969-1974) y Gerald Ford (1974-1977) habían adoptado ya en parte las teorías de Friedman.
El economista de origen judío defendió el crecimiento moderado y estable de la oferta monetaria, se opuso al control de precios y salarios y criticó a la Reserva Federal por intentar interferir en la marcha de la economía. A pesar de su oposición acérrima a la intervención del Estado, defendió la adopción de un "impuesto de la renta negativo" que permitiría a aquellos que ganaban menos de una cierta cantidad obtener ayuda del gobierno. Esas y otras aportaciones a la teoría económica le valieron el Nobel en 1976.