(Libertad Digital) Según informaba la pasada semana el diario La Razón, el presidente Bush habría premiado a Berlusconi por su apoyo en Irak con el contrato de mantenimiento y reparación de los 60 buques de la VI Flota en el Mediterráneo. El contrato, por valor de unos 600 millones de dólares en cinco años, lo había negociado Aznar con Washington para que fuese adjudicado a los astilleros españoles de Cádiz. Sin embargo, la llegada de Zapatero al poder, la retirada precipitada de Irak y los continuos ataques a George W. Bush, han dejado a los astilleros sin un contrato que garantizaría su supervivencia durante varios años además de un fuerte impulso para la Base militar de uso conjunto de Rota y las localidades de la zona.
Libertad Digital ha podido confirmar en fuentes cercanas a la embajada de Estados Unidos en España la noticia y apuntan a que aunque las negociones estaban en un estado muy avanzado no existía ningún contrato firmado. Desde la dirección General de Comunicación del ministerio de Defensa no se han pronunciado a este respecto. Tampoco ha sido posible obtener respuesta alguna en el Estado Mayor Operativo Conjunto al frente del cuál está el vicealmirante Terán.
Por otro lado, fuentes israelíes precisaron a Libertad Digital el pasado mes de diciembre que las fragatas que el país hebreo iba a adjudicar a un consorcio participado por Izar, tampoco tendrá participación española. Aunque en términos diplomáticos se informa de que la decisión no está tomada, la iniciativa de un senador de EEUU por Mississippi prefiere que las fragatas se construyan precisamente allí, en lo que sería de nuevo consecuencia de la política realizada por el Gobierno Zapatero durante varios meses.
Adiós a las corbetas para Israel
La noticia de las fragatas sobre Israel salió a luz pública el pasado 22 de septiembre, cuando el diario Expansión informaba de que los astilleros militares públicos comenzaban a pagar el enfriamiento de las relaciones entre Madrid y Washington. La información explicaba que Izar quedaba fuera del consorcio que pujaba por un concurso de hasta seis corbetas para el ejército hebreo, que supondría la mayor venta de armamento de España a Israel.
La española Izar participaba en el consorcio Afcon (Advanced Frigate Consortium), liderado por el gigante norteamericano de defensa Lockheed Martin y Bath iron Works, los astilleros de General Dynamics. El importe del contrato podría superar los 800 millones de euros. En esos meses, en la disputa por ese contrato también entraron en la puja otro grupo liderado por las empresas Northrop Grumman y Raytheon, el fabricante del misil Tomahawk. En aquellos momentos, las reacciones pusieron en cuarentena la información aduciendo que la decisión no estaba tomada.
Pero lo grave no termina aquí. La noticia publicada por el diario La Razón la semana pasada apuntaba a que el país presidido por Silvio Berlusconi también habría obtenido el contrato para renovar la flota de helicópteros del presidente de EE UU, por un montante total de 2.000 millones de dólares. El acuerdo al que había llegado Aznar incluía que los buques de la VI Flota recalasen en la Bahía de Cádiz, donde el Isemer (Instalaciones de Segundo Escalón de Mantenimiento) de la base hispano–norteamericana se hiciese cargo, junto con Izar, de las labores mantenimiento y reparación de los buques de la US Navy.
La prometida ampliación de Rota se esfuma
El contrato comprendía la inversión por parte del Pentágono de 345 millones de euros para mejorar las infraestructuras de Rota, que se convertiría en el nuevo Cuartel General de la VI Flota, trasladándolo desde su actual localización en Gaeta (Italia), con el buque de mando “USS La Salle” desde el que se dirigen las operaciones navales. Esto también hubiese significado la revalorización del poder militar español.
Sin embargo, la actitud del nuevo Gobierno aceleró las actuaciones en el sentido contrario, y en ese sentido, el pasado 30 de diciembre más de 400 trabajadores civiles de la Base Naval de Rota, en Cádiz, se concentraron durante dos horas en la puerta de control del recinto en protesta por el anuncio de la administración estadounidense de despedir a entre 75 y 130 empleados locales civiles. El diputado del PP, Manuel Atencia, ya lo explicaba en el mes de noviembre al explicar en sede parlamentaria que la "deslealtad" del Gobierno socialista con EEUU supondrá para España la pérdida de "grandes ventajas" conseguidas por el anterior Gobierno, como el mantenimiento de la VI flota o la ampliación de la base de Rota, que "se han venido abajo".
Lo cierto es que las negociaciones para el mantenimineto de la IV Flota de Estados Unidos estaban tan avanzadas que Izar llegó a presentar ofertas sobre los costes de reparación y mantenimiento de los buques norteamericanos, tal y como adelantaba el diario La Razón. Además, los costes incluirían el alojamiento en centros hosteleros de la Bahía de Cádiz de los miles de marineros que forman las tripulaciones de los 60 buques, lo que hubiese supuesto una importante fuente de ingresos para el sector.
Más malas noticias para el Ejército
La confirmación de la verosimilutud de lo anterior nos lleva a un escenario mucho más negro para el Ejército español. Las importantes inversiones previstas para la base militar de Rota no se van a materializar. La ampliación estaba relacionada con los contratos anteriores y la creciente importancia de la base para la logística norteamericana.
Pero es más, aunque el Gobierno lo mantiene en silencio, el portavoz de Defensa del grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, realizó una pregunta a este respecto en el último trimestre de 2004. La respuesta del Ejecutivo no pudo ser más decepcionante y vino a decir que las inversiones en Rota son las justas e imprecindibles para mantener el buen funcionamiento de la infraesructura.
Las cosas no acaban aquí. Pese a los ambiciosos programas de renovación de material comenzados por Aznar estaban en marcha, los presupuestos de 2005 frecogen una rebaja sustancial en algunas partidas. Concretamente en la renovación de la flota de vehículos de más de 15 años. Según ha podido saber este periódico, el número de vehículos con más de 15 años (obsoletos) es del 40 por ciento en el Ejército de Tierras, de un 39,5 por ciento en la Armada y de un 25 por ciento en el del Aire. Pese a ello, el Gobierno de Zapatero ha reducido esta partida en las cuentas de 2005 ni más ni menos en un 75 por ciento.
