L. D. (Agencias) En su último Informe de Coyuntura Económica, dado a conocer este jueves, el Ministerio de Economía prevé una intensificación del crecimiento del PIB en el segundo semestre de 2003, causado por la aceleración de la demanda interna y a pesar del "gradual aterrizaje" esperado para la construcción, según informa Europa Press . Sin embargo, considera que la consolidación de la recuperación de la economía española hasta un crecimiento del 3 por ciento, está condicionada por la mejora del contexto exterior "y, sobre todo, por el fortalecimiento de las grandes economías europeas, destino de la mayor parte de nuestras exportaciones".
La cartera dirigida por Rodrigo Rato prevé que la expansión del crecimiento se consolidará durante 2003, pero afirma que el ritmo previsto es "bastante moderado" debido a que "aún no ha terminado de reabsorber la profunda corrección bursátil comenzada el año 2000 y el exceso de inversión, especialmente en el sector de las nuevas tecnologías".
El informe culpa a la guerra de Irak de la desaceleración que han sufrido las principales economías del mundo, sobre todo por la incertidumbre generada alrededor del tema. "El alza del precio del petróleo y el descenso de la confianza de los agentes económicos derivados de las tensiones geopolíticas, incidieron desfavorablemente en las decisiones de gasto de los agentes económicos, mientras la producción industrial y el mercado laboral evolucionaron, en términos generales, de forma desfavorable", añade. Pero el Despacho afirma que con el final de la guerra hubo condiciones más favorables, como la reducción del precio del petróleo, el alza en las Bolsas y la mejora de la confianza de los consumidores.
Por el contrario, en la zona euro el crecimiento previsto para 2003 es menor, en torno al 1 por ciento, afectado por la difícil coyuntura de dos de sus grandes economías, Alemania e Italia, donde el PIB retrocedió en el primer trimestre. En cuanto a la economía española, destaca que mantuvo en el primer trimestre un ritmo de crecimiento interanual del PIB del 2,1 por ciento, como resultado de una ganancia de pulso de la demanda interna contrarrestada por el empeoramiento de la aportación exterior, derivado de la desaceleración de las exportaciones.
La cartera dirigida por Rodrigo Rato prevé que la expansión del crecimiento se consolidará durante 2003, pero afirma que el ritmo previsto es "bastante moderado" debido a que "aún no ha terminado de reabsorber la profunda corrección bursátil comenzada el año 2000 y el exceso de inversión, especialmente en el sector de las nuevas tecnologías".
El informe culpa a la guerra de Irak de la desaceleración que han sufrido las principales economías del mundo, sobre todo por la incertidumbre generada alrededor del tema. "El alza del precio del petróleo y el descenso de la confianza de los agentes económicos derivados de las tensiones geopolíticas, incidieron desfavorablemente en las decisiones de gasto de los agentes económicos, mientras la producción industrial y el mercado laboral evolucionaron, en términos generales, de forma desfavorable", añade. Pero el Despacho afirma que con el final de la guerra hubo condiciones más favorables, como la reducción del precio del petróleo, el alza en las Bolsas y la mejora de la confianza de los consumidores.
Por el contrario, en la zona euro el crecimiento previsto para 2003 es menor, en torno al 1 por ciento, afectado por la difícil coyuntura de dos de sus grandes economías, Alemania e Italia, donde el PIB retrocedió en el primer trimestre. En cuanto a la economía española, destaca que mantuvo en el primer trimestre un ritmo de crecimiento interanual del PIB del 2,1 por ciento, como resultado de una ganancia de pulso de la demanda interna contrarrestada por el empeoramiento de la aportación exterior, derivado de la desaceleración de las exportaciones.