L D (EFE) El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, ha reiterado que la fecha para que abandone su cargo es el 9 de julio, sin que por el momento se plantee otra hipótesis más allá que la de facilitar la transición al frente de ese organismo. Duisenberg presidió en Roma una reunión del Consejo de Gobierno del BCE destinada a analizar la situación económica europea y en la que no se habló de su prevista sucesión, ya que el candidato, el francés Jean-Claude Trichet, está pendiente de sentencia judicial.
La hipótesis de prolongar unos meses su mandato para facilitar la solución del caso de Trichet no fue bien considerada este jueves por Duisenberg en su comparecencia ante la prensa. Tras una primera pregunta sobre ese asunto que se negó a contestar, en otra posterior sólo accedió a recordar que en febrero de 2002 envió una carta al jefe del Ejecutivo español, José María Aznar (entonces presidente de turno de la UE), en la que le pedía que considerase que pretende hacer efectiva su dimisión el 9 de julio de 2003.
La única salvedad que figuraba en esa misiva, y que repitió, era que si no es en esa fecha sea la más cercana posible, siempre que se trate de facilitar una transición en la presidencia del banco. Duisenberg recurrió a la ironía al ser preguntado si ha recibido sugerencias de Gobiernos de la UE para que prorrogue unos meses su mandato al decir que "las únicas señales las leo en los periódicos", y matizó que el período para hacer fácil una transición puede ser "una semana o tres meses".
La hipótesis de prolongar unos meses su mandato para facilitar la solución del caso de Trichet no fue bien considerada este jueves por Duisenberg en su comparecencia ante la prensa. Tras una primera pregunta sobre ese asunto que se negó a contestar, en otra posterior sólo accedió a recordar que en febrero de 2002 envió una carta al jefe del Ejecutivo español, José María Aznar (entonces presidente de turno de la UE), en la que le pedía que considerase que pretende hacer efectiva su dimisión el 9 de julio de 2003.
La única salvedad que figuraba en esa misiva, y que repitió, era que si no es en esa fecha sea la más cercana posible, siempre que se trate de facilitar una transición en la presidencia del banco. Duisenberg recurrió a la ironía al ser preguntado si ha recibido sugerencias de Gobiernos de la UE para que prorrogue unos meses su mandato al decir que "las únicas señales las leo en los periódicos", y matizó que el período para hacer fácil una transición puede ser "una semana o tres meses".