L D (EFE) El presidente de México, Vicente Fox, nombró este lunes a Luis Ramírez Corzo como director de Pemex, la quinta empresa petrolera mundial, tras la renuncia de Raúl Múñoz Leos. La salida de Muñoz era esperada en medios políticos y de prensa, e incluso el diario "Reforma" se adelantó unas horas al anunciar en primera plana la salida del directivo, acosado desde septiembre por los escándalos.
Según un comunicado de la Secretaría de Energía, de la que depende el monopolio petrolero estatal, "el cambio en la dirección de Pemex atiende a las circunstancias actuales y perspectivas futuras de la compañía". "Tiene por propósito renovar el impulso y fortalecer el liderazgo que la empresa requiere en la fase final de la administración", agrega la nota.
El comunicado no hace referencia a los motivos de la salida de Muñoz y sólo apunta que el nuevo director, Ramírez, "tiene amplio conocimiento de sus operaciones, planes y proyecciones".
Desde 2001 Ramírez era director de la división Pemex Exploración y Producción, y también ha sido señalado por la prensa en asuntos de corrupción. Uno de ellos surgió el pasado septiembre cuando se informó de que Pemex había firmado un contrato millonario que permitiría al sindicato petrolero tener una liquidez de 40 millones de dólares. El asunto saltó a la palestra cuando aún no se ha resuelto un escándalo que involucra a ese gremio con el desvío de fondos a la campaña electoral en 2000, en un caso conocido como "Pemexgate".
La alerta fue lanzada por el secretario de Hacienda, Francisco Gil, al presidente Fox en una carta que fue filtrada a la prensa. Gil advertía en ella de que el sindicato podría destinar ilegalmente ese dinero a apoyar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), como lo hizo en las elecciones de 2000.
En los últimos días la prensa informó también de que Muñoz había utilizado recursos de la empresa para pagar dos operaciones de cirugía plástica de su esposa. Pemex admitió ese desvío de fondos pero afirmó que el director reembolsó el dinero año y medio después.
Para el diputado Francisco Carrillo, secretario de la comisión de energía en la Cámara de Diputados, la noticia del cambio en Pemex tiene un lado bueno y otro malo. La salida de Muñoz, dijo, era necesaria ya que su administración se caracterizó por "favorecer a las grandes empresas prestadoras de servicio" y "negarse a dialogar con el Legislativo sobre los Contratos de Servicios Múltiples (CSM)".
Pemex ha empleado los CSM para permitir la inversión privada sin que se vulnere la Constitución, que establece que el Estado debe tener el control de los recursos energéticos petroleros. Pero la llegada de Ramírez a la dirección de Pemex no fue bien vista por el diputado Carrillo, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien dijo a EFE que "es una mala señal pues es parte de la estructura de Muñoz".
Pemex cuenta con 131.000 trabajadores, de los cuales 90.000 pertenecen al sindicato, y genera alrededor de un tercio de los ingresos fiscales cada año. Además aporta al erario público hasta el 60 por ciento de sus ingresos totales. En 2003 Pemex batió el récord de producción de crudo, con 3,37 millones de barriles diarios, y extrajo 4.500 millones de pies cúbicos (127,68 millones de metros cúbicos) diarios de gas.
Según un comunicado de la Secretaría de Energía, de la que depende el monopolio petrolero estatal, "el cambio en la dirección de Pemex atiende a las circunstancias actuales y perspectivas futuras de la compañía". "Tiene por propósito renovar el impulso y fortalecer el liderazgo que la empresa requiere en la fase final de la administración", agrega la nota.
El comunicado no hace referencia a los motivos de la salida de Muñoz y sólo apunta que el nuevo director, Ramírez, "tiene amplio conocimiento de sus operaciones, planes y proyecciones".
Desde 2001 Ramírez era director de la división Pemex Exploración y Producción, y también ha sido señalado por la prensa en asuntos de corrupción. Uno de ellos surgió el pasado septiembre cuando se informó de que Pemex había firmado un contrato millonario que permitiría al sindicato petrolero tener una liquidez de 40 millones de dólares. El asunto saltó a la palestra cuando aún no se ha resuelto un escándalo que involucra a ese gremio con el desvío de fondos a la campaña electoral en 2000, en un caso conocido como "Pemexgate".
La alerta fue lanzada por el secretario de Hacienda, Francisco Gil, al presidente Fox en una carta que fue filtrada a la prensa. Gil advertía en ella de que el sindicato podría destinar ilegalmente ese dinero a apoyar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), como lo hizo en las elecciones de 2000.
En los últimos días la prensa informó también de que Muñoz había utilizado recursos de la empresa para pagar dos operaciones de cirugía plástica de su esposa. Pemex admitió ese desvío de fondos pero afirmó que el director reembolsó el dinero año y medio después.
Para el diputado Francisco Carrillo, secretario de la comisión de energía en la Cámara de Diputados, la noticia del cambio en Pemex tiene un lado bueno y otro malo. La salida de Muñoz, dijo, era necesaria ya que su administración se caracterizó por "favorecer a las grandes empresas prestadoras de servicio" y "negarse a dialogar con el Legislativo sobre los Contratos de Servicios Múltiples (CSM)".
Pemex ha empleado los CSM para permitir la inversión privada sin que se vulnere la Constitución, que establece que el Estado debe tener el control de los recursos energéticos petroleros. Pero la llegada de Ramírez a la dirección de Pemex no fue bien vista por el diputado Carrillo, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien dijo a EFE que "es una mala señal pues es parte de la estructura de Muñoz".
Pemex cuenta con 131.000 trabajadores, de los cuales 90.000 pertenecen al sindicato, y genera alrededor de un tercio de los ingresos fiscales cada año. Además aporta al erario público hasta el 60 por ciento de sus ingresos totales. En 2003 Pemex batió el récord de producción de crudo, con 3,37 millones de barriles diarios, y extrajo 4.500 millones de pies cúbicos (127,68 millones de metros cúbicos) diarios de gas.