(Libertad Digital) De acuerdo con los documentos que publica la cadena de televisión norteamericana CNBC en su página web, Thain firmó las facturas de la remodelación del despacho personalmente e incluso pagó 5.000 dólares extra a Michael S. Smith, la persona encargada de supervisar los trabajos.
Aquí se desglosan algunos de los gastos que realizó Thain con el dinero de Merryl Lynch, un banco que ha tenido que ser comprado por Bank of America para sobrevivir a la debacle subprime:
- Una alfombra: 87.787 dólares
- Una mesa de caoba: 25.713 dólares
- Un escritorio del siglo XIX: 68.179 dólares
- Cuatro pares de cortinas: 28.091 dólares
- Un par de sillas: 87.784 dólares
- Una silla “Jorge IV”: 18.468 dólares
- Seis lámparas de pared: 2.741 dólares
- Una persiana de tela romana: 10.967 dólares
- Mesita de café: 5.852 dólares
- Un reposapies: 35.115 dólares
Thain contrató a Smith también para que diseñara su apartamento en Manhattan, ya que este decorador ha trabajado para el director de cine Steven Spielberg, las actrices Michelle Pfeiffer, Cindy Crawford y el financiero Sir Evelyn de Rothschild. Además, también decoró la casa de 14 dormitorios en Rye (Nueva York)
Smith también ha sido el diseñador de los espacios que utiliza la primera dama de EEUU, Michelle Obama, en la Casa Blanca, un trabajo por el que recibió 100.000 dólares de la Administración de EEUU.
Pero volviendo a John Thain, el directivo financiero pagó a su chofer 230.000 dólares por un año de trabjo, que incluyó un salario de 85.000 dólares y un bonus de 18.000, además de otros 128.000 dólares adicionales.
A pesar de el “agradable” ambiente de trabajo que tenía Thain, no logró evitar que Merrill Lynch se hundiera como consecuencia del desplome inmobiliario y la elevada exposición del banco a productos financieros basados en hipotecas de alto riesgo de impago (las famosas subprime).
Como solución, el banco inició una integración con Bank of America para salvar el negocio, entidad a la que Thain llegó hace tres semanas. Pero el directivo ha dimitido por los escándalos de sus gastos y por la negativa a renunciar al bonus.