El pasado viernes, antes de que diera inicio la ceremonia en la que España recibía el testigo de la presidencia de turno de la UE, Zapatero explicó a la prensa cuáles serían las claves de su estrategia para sacar a Europa de la crisis como presidente de turno de la UE.
Dijo que el éxito se lograría mediante el establecimiento de un paquete de sanciones para que los países cumplan con los objetivos de esta "Estrategia 2020" en la que trabajaba. "¿Qué ha fallado?" se preguntaba Zapatero, "el cumplimiento", contestaba. Entonces, decía que la nueva estrategia debería incluir "medidas que actúen como incentivo y, si resulta aconsejable, medidas correctivas por lo que se refiere a los objetivos fijados en nuestras políticas económicas". "Cualquier otra cosa es una pérdida de tiempo", concluía el presidente.
Las intenciones de Zapatero tuvieron un fuerte impacto en la prensa nacional y también fuera de nuestras fronteras. Sin ir más lejos, este domingo el prestigioso diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung le dedicaba un editorial en portada en contra de las sanciones. El propio ministro de economía germano señaló que "la propuesta de sancionar a los países miembros si no cumplen con los objetivos previstos no tiene sentido".
"La actual estrategia de Lisboa se basa en un enfoque cooperativo sin sanciones, y así debería seguir siendo en adelante", añadió Brüderle.
Ante la lluvia de críticas que ha recibido la propuesta la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega salía al paso para negar la mayor. Según ha dicho, la presidencia española de la UE no ha hablado nunca a favor de imponer sanciones a los países que no cumplan los criterios de la futura estrategia económica comunitaria.
"En ningún momento hemos hablado de sanciones", afirmó Fernández de la Vega en unas declaraciones tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. "Hablamos de responsabilidad, no de sanciones", insistió. En cambio, según las palabras del propio Zapatero el pasado viernes, esa responsabilidad se traducía en "medidas correctivas".
Sin embargo, Fernández de la Vega afirmó hoy claramente que "España en ningún momento ha hablado de sanciones" y recalcó que España y Alemania coinciden "plenamente" en la necesidad de una mayor coordinación de las políticas económicas.
De la Vega recordó que la Unión Europea ya ha mostrado ese mayor nivel de coordinación a la hora de acordar medidas contra la recesión y una nueva arquitectura de supervisión financiera, por lo que puede llegar también a acuerdos para la reforma de la economía y la capacidad de crecimiento.
"El diagnóstico está hecho, ahora tenemos que discutir las medidas concretas", añadió, pero subrayó que la coordinación debe funcionar "con el establecimiento de mecanismos claros adoptados por todos y que todos respetemos".
Por su parte, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró en Madrid que no hay una "propuesta formal" sobre esa posibilidad de sanciones, ya que "estamos en el comienzo de la elaboración de propuestas y vamos a elaborar lo que serán los criterios y el nuevo método para avanzar en la gobernanza económica" de la UE.
El propio Moratinos, negó el pasado día 2 de enero, en una entrevista en el diario El Mundo, que el Gobierno negocie con terroristas . Defendía así su fuertemente cuestionada gestión en episodios como la huelga de hambre de Aminatu Haidar o la crisis del Alakrana.