L D (EFE) Según fuentes jurídicas presentes en su declaración como imputado ante la juez Teresa Palacios, el que fuera máximo ejecutivo del Santander Central Hispano explicó que cuando anunció a Botín su renuncia y las razones que le llevaban a ella, éste le recomendó que se tomara unas largas vacaciones y que después prosiguiera con su trabajo. Tras meditarlo de nuevo y consultarlo con su familia, Corcóstegui comunicó a Botín al día siguiente su renuncia irrevocable.
El accionista del banco que presentó la querella contra Corcóstegui por delito societario, Rafael Pérez Escolar (condenado a diez años de prisión por el caso Banesto), asegura en su demanda que el ex consejero delegado del SCH recibió 108 millones de euros por dejar la entidad al "exclusivo arbitrio" de Botín y para acabar con la "áspera lucha por el poder desatada" a raíz de la fusión entre el Santander y el BCH. El otro querellante en la causa, el accionista del banco Francisco Franco Otegui (abogado relacionado con Pérez Escolar), también considera que José María Amusátegui (copresidente del SCH) percibió 43,75 millones de euros como compensación por "dejar el campo libre a Botín".
Sin embargo, Corcóstegui explicó que los 108 millones que el banco pagó a su salida de la entidad –en febrero de 2002– correspondieron a los derechos de jubilación que había generado y también a la compensación por la cláusula impuesta por el SCH de que no puede trabajar en banca durante diez años. Según su relato, unos días después de la fusión, en enero de 1999, firmó un contrato que fijaba su sueldo y la cuantía a la que tendría derecho en el momento de su jubilación, y meses después otro documento que detallaba que podría acogerse a ella a partir de los 50 años y que debía constituirse un fondo externo con su pensión.
El Santander Central Hispano entregó a la juez la semana pasada estos documentos, en los que, según la declaración de Corcóstegui, estaban regulados todos los detalles, salvo su fecha de salida. Como aseguraron todos los ex consejeros del SCH que ya han declarado ante la juez Palacios, el contrato que fijaba los derechos de jubilación del ex consejero delegado se aprobó en el Consejo de Administración del 17 de abril de 1999, el primero tras la fusión, y posteriormente, en otras tres ocasiones, con ocasión de la aprobación de las cuentas anuales.
El accionista del banco que presentó la querella contra Corcóstegui por delito societario, Rafael Pérez Escolar (condenado a diez años de prisión por el caso Banesto), asegura en su demanda que el ex consejero delegado del SCH recibió 108 millones de euros por dejar la entidad al "exclusivo arbitrio" de Botín y para acabar con la "áspera lucha por el poder desatada" a raíz de la fusión entre el Santander y el BCH. El otro querellante en la causa, el accionista del banco Francisco Franco Otegui (abogado relacionado con Pérez Escolar), también considera que José María Amusátegui (copresidente del SCH) percibió 43,75 millones de euros como compensación por "dejar el campo libre a Botín".
Sin embargo, Corcóstegui explicó que los 108 millones que el banco pagó a su salida de la entidad –en febrero de 2002– correspondieron a los derechos de jubilación que había generado y también a la compensación por la cláusula impuesta por el SCH de que no puede trabajar en banca durante diez años. Según su relato, unos días después de la fusión, en enero de 1999, firmó un contrato que fijaba su sueldo y la cuantía a la que tendría derecho en el momento de su jubilación, y meses después otro documento que detallaba que podría acogerse a ella a partir de los 50 años y que debía constituirse un fondo externo con su pensión.
El Santander Central Hispano entregó a la juez la semana pasada estos documentos, en los que, según la declaración de Corcóstegui, estaban regulados todos los detalles, salvo su fecha de salida. Como aseguraron todos los ex consejeros del SCH que ya han declarado ante la juez Palacios, el contrato que fijaba los derechos de jubilación del ex consejero delegado se aprobó en el Consejo de Administración del 17 de abril de 1999, el primero tras la fusión, y posteriormente, en otras tres ocasiones, con ocasión de la aprobación de las cuentas anuales.