LD (Agencias) Todavía se desconoce si Corbacho será uno de los elegidos por el Presidente del Gobierno para abandonar su cartera ministerial. De momento, en la quiniela de Libertad Digital, que juegan nuestros lectores, ocupa la décima posición, siendo Magdalena Álvarez la que encabeza la lista de posibles despedidos.
Lo que es cierto es que nuestro país ya cuenta con 3,9 millones de parados (sin el habitual maquillaje del Gobierno), y ha destruido más de un millón de empleos en el último año, según los datos de afiliación.
Además del Plan E, (una serie de medidas que incluyen algunas para el fomento del empleo) el Ejecutivo lucha contra el paro garantizando las prestaciones por desempleo y ciñéndose al diálogo social con sindicatos y patronal.
Con esta experiencia, el ministro de Trabajo, ha dicho este jueves que la Unión Europea debe hacer "un esfuerzo mayor del que ha hecho hasta la fecha" para luchar contra la destrucción de empleo y no concentrarse únicamente en las medidas para ayudar a los bancos.
Corbacho destacó que Europa "ha tomado muchas medidas" dirigidas a "la raíz del problema", es decir, el sistema financiero. Y también ha "flexibilizado" el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), lo que está permitiendo a los Estados miembros "abordar políticas activas de carácter inversor".
Pero la crisis financiera se ha convertido ya en una crisis económica con un fuerte impacto en el mercado de trabajo y el paro se ha convertido en el "primer problema" de Europa, dice el ministro. En este contexto, Corbacho insistió en que Europa "no puede estar indiferente" y debe ir "más allá" en materia de política de empleo y política social, no sustituyendo a los Estados sino coordinando y potenciando sus acciones.
A su juicio, "sería necesario" poner en marcha un segundo gran plan de estímulo centrado en el empleo. El ministro de Trabajo espera que la cumbre extraordinaria que se celebrará en Praga el próximo 7 de mayo centrada en el empleo sirva para esta objetivo.
En cambio, de medidas flexibilizadoras como el abaratamiento del despido al que urgió el propio Banco de España, nada.