La sentencia da la razón a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y condena a ambas eléctricas a indemnizar a los abonados que se quedaron sin luz, algunos durante horas y otros días.
En concreto, fija las siguiente cantidades: 122 euros por hasta 11 horas sin suministro; 186 euros por estar sin luz entre 11 horas y 24 horas; 219 euros por no tener luz entre un día y hasta 36 horas; y 300 euros para las usuarios con más de 36 horas de interrupción.
El 23 de julio de 2007 a las 10.30 horas la ciudad de Barcelona, y en menor medida los municipios del L'Hospitalet y Esplugues, sufrieron un apagón que afectó a 323.337 abonados. La sentencia se puede recurrir ante la Audiencia de Barcelona.