LD (M. Llamas) Hasta hace escasos años, el concepto de propiedad privada brillaba por su ausencia en el vocabulario, tanto legal como convencional, de la República Popular China. Sin embargo, el Gobierno comunista reformó en 2004 la Constitución del país para recoger este término. “Los bienes privados legales de los ciudadanos son inalienables”, estipula el texto.
Tras el reconocimento de este principio básico para el desarrollo de cualquier economía de mercado, China aprobó en marzo del pasado año la primera Ley sobre el Derecho de
Propiedad, como parte del esfuerzo de modernización de su ordenamiento jurídico.
En este sentido, el Gobierno chino emprendió ya en los años 80 una ardua tarea en materia de registros de la propiedad centrado en el uso y la calificación del suelo, cuya titularidad exclusiva sigue perteneciendo al Estado, aunque el Gobierno reconoce el derecho de uso, previo pago por parte de sus ciudadanos.
Siguiendo esta senda, China ha solicitado formalmente su ingreso en el Centro Internacional de Derecho Registral (Cinder), cuyo XVI Congreso está teniendo lugar estos días en Valencia. El Cinder, entre otros fines, pretende ayudar a lo países en la creación de sus bases legislativas y en la estructura organizativa para el adecuado funcionamiento de los diferentes sistemas de derecho registral.
La Asamblea General del Cinder aprobará mañana el ingreso de este país, según las fuentes consultadas. En este sentido, desde hace años, el Gobierno chino está “recopilando todo tipo de datos a nivel catastral para luego incluirlos en los Registros de la Propiedad”, según ha explicado la directora del Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Suelo de la República Popular, Feng Wenli.
El Estado posee todo el suelo de China
El Estado sigue siendo el único titular del suelo en todo el país. En China, todo el suelo localizado en zonas urbanas pertenece al Estado, y aquel que se encuentra en zonas rurales o en las afueras de las ciudades pertenece, en principio, a las cooperativas de agricultores y organizaciones comunales.
Sin embargo, las personas físicas y jurídicas pueden poseer el derecho de uso del suelo durante un tiempo que dependerá de cada tipo de concesión, en base a su uso o calificación. Tras la Ley de Propiedad, el Gobierno chino ha procedido a la renovación automática del derecho de uso del suelo residencial del que gozaban millones de personas (los permisos de uso alcanzaban hasta 70 años de duración).
La nueva también establece un sistema unificado de registro de los derechos de uso así como de los derechos de garantía sobre los bienes inmuebles. De este modo, el ordenamiento jurídico chino pretende clarificar progresivamente a quién pertenece el derecho de uso de la tierra, con el fin de facilitar su transmisión a terceros, ya sea mediante venta o herencia.
Todo ello, se está inscribiendo en un registro único para dotar de mayor seguridad jurídica a las transacciones inmobiliarias. Su ingreso en el Cinder responde, pues, a la intención china de avanzar en la consolidación de una emergente propiedad privada en el gigante asiático. Aunque el camino por recorrer aún es muy largo, ya que el Estado sigue siendo, hoy por hoy, el único dueño y señor de la tierra sobre la que habita la población más numerosa del planeta.