L D (EFE) Según un comunicado de las autoridades chinas "El tipo de cambio del renminbi, moneda del pueblo, será más flexible, en base a las condiciones del mercado, y con referencia a una cesta de monedas". A partir de este viernes, el Banco Popular de China anunciará a diario el precio de las divisas extranjeras respecto al yuan tras el cierre del mercado interbancario de divisas y adaptará la paridad central para el día siguiente. También anunció la entidad una revaluación inmediata del tipo de cambio del yuan respecto al dólar, que pasa a valer 8,11 yuanes, frente a los 8,28 de máxima que permitía la paridad anterior, fijada en 1997.
El yuan podrá oscilar un 0,3 por ciento arriba y abajo del precio de referencia respecto a esta cesta de divisas, integrada por un número indeterminado de monedas que el Banco Popular no reveló. Esta fórmula, cuya aplicación técnica es difícil según los expertos, podría incluir el dólar estadounidense, el euro y el yen japonés, según las especulaciones aparecidas en la prensa en los últimos meses, ya que éstos son los tres mayores socios comerciales de China.
Los principales socios comerciales de China y, sobre todo, Estados Unidos, llevaban meses presionando al Ejecutivo para que pusiera fin a un mecanismo que, en su opinión, abarataba artificialmente los productos chinos para fomentar la exportación. En opinión de estos países, el gigante asiático estaba desvinculado de la oferta y la demanda mundial, debido a su sistema que data de 1994 y obligaba al Banco Popular a intervenir en los mercados de divisas internacionales para defender una paridad en la que ya no creía casi nadie.
Los analistas financieros declaran que la ligera relajación de los controles sobre el yuan encarecerá sin duda los productos chinos que se venden en supermercados del todo el mundo, un precio que pagarán los consumidores de los cinco continentes, y que numerosas pequeñas empresas chinas, cuyos márgenes de beneficios son reducidos, podrían perder a medio plazo, pero a la larga creen que la medida será buena para la economía china, que ganará en eficacia y competitividad, además de consolidar el mercado interno.
Con esta medida China tendrá más facilidad para frenar el ritmo de expansión de la economía china, debido al anuncio por parte del Ejecutivo chino de un crecimiento del PIB del 9,5 por ciento en el primer semestre del año de la economía China.
Por otro lado, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el republicano Charles Grassley, declaró que ese paso, aunque importante, "no es de ninguna manera el final del camino", y prometió seguir de cerca la situación.
Tanto los legisladores como los líderes del sector industrial y de sindicatos de EEUU han sostenido, durante años, que la cotización del yuan, fija con la del dólar estadounidense, abarata artificialmente las exportaciones de China en perjuicio de las industrias y empleos en este paí