El Gobierno de Chávez decretó el pasado martes la expropiación de Cemex de Venezuela como parte del proceso de nacionalización de "sectores estratégicos" que lleva a cabo y que hasta ahora ha afectado a los de telecomunicaciones, electricidad, hidrocarburos, lácteos y banca.
Por su parte, Cemex anunció el jueves que presentará una demanda en el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias por Inversiones (CIADI) contra la medida que, sostuvo, entraña una "violación flagrante a la Constitución, a la Ley de Expropiación y otras leyes de Venezuela".
"No tenemos miedo", manifestó Chávez al referirse a la decisión de la cementera mexicana de acudir ante al CIADI. Además, añadió que redacta una "carta de respuesta al presidente de México", Felipe Calderón, cuyo Gobierno pidió este martes a Caracas, a través de una misiva, continuar las negociaciones con Cemex "sin un trato discriminatorio".
Chávez consideró que "de manera aventurada, sin tener información precisa", el Gobierno de Calderón asevera en su misiva oficial que Venezuela "estaría dándole un trato discriminatorio". "No, ahora si (Calderón) le va creer los cuentos que le echan ellos (Cemex). Justo, un trato justo" le ha dado su Gobierno a la cementera mexicana, afirmó el mandatario venezolano.
La nacionalización
El Estado venezolano tomó simbólicamente la medianoche de este lunes las plantas de Cemex, la única de las tres empresas cementeras afectadas por el decreto de nacionalización que no logró, en el plazo de 60 días de negociación, un acuerdo amistoso con el Estado sobre el valor de su mayoría accionarial.
El mismo lunes, el Gobierno venezolano negoció con éxito la compra del 89 por ciento de las acciones de la francesa Lafarge por 257 millones de dólares, y del 85 por ciento de la suiza Holcim por 572 millones de dólares.
Las autoridades venezolanas revelaron que Cemex pedía unos 1.300 millones de dólares por sus activos en Venezuela, cifra que según sus cálculos triplica los "400 millones de dólares" que vale la empresa.
Por su parte, la Comisión Nacional de Valores venezolana ordenó hoy que se mantenga por otras 48 horas la suspensión, que comenzó el martes pasado, de las acciones de Cemex de Venezuela en la Bolsa de Valores de Caracas.
La suspensión, vigente al menos hasta el próximo lunes, obedece a que aún no se determina "el precio que servirá de base para el justiprecio que se pagará a Cemex" por parte de las autoridades venezolanas, indicó la Comisión en un comunicado.
El decreto de expropiación de Cemex afecta "las acciones, empresas filiales y afiliadas, así como los derechos, bienes muebles e inmuebles, maquinarias, equipos industriales y de oficina y cualquier otro activo requerido para la actividad de producción, explotación, procesamiento, transporte y almacenamiento de cemento".
Alrededor del 76 por ciento de la filial venezolana de Cemex es propiedad de la compañía mexicana y el resto de miles de inversionistas.