(Libertad Digital) Según publica El Cronista de Argentina, conocida en Venezuela como “la empresa iraní de autos”, Venirauto Industrias fue creada tras un acuerdo entre las fábricas estatales Aido (Irán), y Veninsa (Venezuela), y su objetivo es la producción de vehículos de bajo precio.
“Estamos en conversaciones para que se radique en Ensenada una planta de la empresa estatal venezolana”, confirmó el intendente de la localidad, Mario Secco. “Quieren venir a esta zona porque también tenemos radicada la planta de laminado de chapas que abastece a todas las automotrices”, agregó el funcionario.
Comenzó a trabajar hace dos años y ya lanzó al mercado dos modelos económicos: Centauro y Turpial. El primero es un sedan de tres puertas hachtback), y está basado en tecnología del Peugeot 405, mientras que el Turpial 141, conocido en Irán como Saipa 141 es un sedan común. Según informaciones que circulan en Internet, el Turpial 141 está basado en el Ford Festiva, modelo que también se conoció como el Kia Pride.
Según consignó la agencia de noticias bonaerense Sigma, las conversaciones con la Intendencia de Ensenada para radicar una planta en esa localidad bonaerense están avanzadas.
Así lo hace saber el propio intendente Secco al afirmar que “ya hubo encuentros en las embajadas de Irán y de Venezuela”, y agregar que funcionarios de su intendencia viajaron al país caribeño para seguir ajustando detalles.
Aunque no se sabe a ciencia cierta el monto de la inversión, Secco afirmó que la firma estatal venezolana Venirauto podría adquirir 200 hectáreas en Ensenada. “Están pensando en desembarcar con fuerza para poder entrar en la región”, agregó.
De todas formas, el funcionario dijo desconocer si la intención de la fábrica bolivariana era producir para vender en el mercado local o sólo para exportar al país caribeño.
“En Venezuela hay un déficit de 420.000 automóviles, y el Estado subsidia la adquisición de estos modelos”, aseguraron fuentes de esa nación. Entre la creciente demanda y la ayuda estatal la demora de entrega de un 0 KM de Venirauto llega a siete meses. Con la planta de Ensenada se podrían reducir esos tiempos, sostuvieron.
Un socio incómodo
Si bien en la embajada de Venezuela hay interés por la llegada de Venirauto y mucho entusiasmo de parte del intendente Secco, la operación debe sortear un inconveniente que no sería menor.
La fábrica está conformada por capitales iraníes, país con el cual la actual administración kirchnerista no quiere tener relación, aun a pesar de la opinión de militantes oficialistas como Luis D‘Elía, un ferviente defensor del país islámico.
“Existen restricciones para los capitales iraníes, y si llegan de la mano de Chávez sería como un bocato di cardinale para la oposición”, aseguró una fuente oficial.
De todos modos, mientras se prevé que la Argentina pase por una fuerte caída de las inversiones extranjeras, y una menor creación de empleo, anunciar un desembolso en un año electoral es algo que se está analizando en la Casa Rosada.
“Estamos en conversaciones para que se radique en Ensenada una planta de la empresa estatal venezolana”, confirmó el intendente de la localidad, Mario Secco. “Quieren venir a esta zona porque también tenemos radicada la planta de laminado de chapas que abastece a todas las automotrices”, agregó el funcionario.
Comenzó a trabajar hace dos años y ya lanzó al mercado dos modelos económicos: Centauro y Turpial. El primero es un sedan de tres puertas hachtback), y está basado en tecnología del Peugeot 405, mientras que el Turpial 141, conocido en Irán como Saipa 141 es un sedan común. Según informaciones que circulan en Internet, el Turpial 141 está basado en el Ford Festiva, modelo que también se conoció como el Kia Pride.
Según consignó la agencia de noticias bonaerense Sigma, las conversaciones con la Intendencia de Ensenada para radicar una planta en esa localidad bonaerense están avanzadas.
Así lo hace saber el propio intendente Secco al afirmar que “ya hubo encuentros en las embajadas de Irán y de Venezuela”, y agregar que funcionarios de su intendencia viajaron al país caribeño para seguir ajustando detalles.
Aunque no se sabe a ciencia cierta el monto de la inversión, Secco afirmó que la firma estatal venezolana Venirauto podría adquirir 200 hectáreas en Ensenada. “Están pensando en desembarcar con fuerza para poder entrar en la región”, agregó.
De todas formas, el funcionario dijo desconocer si la intención de la fábrica bolivariana era producir para vender en el mercado local o sólo para exportar al país caribeño.
“En Venezuela hay un déficit de 420.000 automóviles, y el Estado subsidia la adquisición de estos modelos”, aseguraron fuentes de esa nación. Entre la creciente demanda y la ayuda estatal la demora de entrega de un 0 KM de Venirauto llega a siete meses. Con la planta de Ensenada se podrían reducir esos tiempos, sostuvieron.
Un socio incómodo
Si bien en la embajada de Venezuela hay interés por la llegada de Venirauto y mucho entusiasmo de parte del intendente Secco, la operación debe sortear un inconveniente que no sería menor.
La fábrica está conformada por capitales iraníes, país con el cual la actual administración kirchnerista no quiere tener relación, aun a pesar de la opinión de militantes oficialistas como Luis D‘Elía, un ferviente defensor del país islámico.
“Existen restricciones para los capitales iraníes, y si llegan de la mano de Chávez sería como un bocato di cardinale para la oposición”, aseguró una fuente oficial.
De todos modos, mientras se prevé que la Argentina pase por una fuerte caída de las inversiones extranjeras, y una menor creación de empleo, anunciar un desembolso en un año electoral es algo que se está analizando en la Casa Rosada.