L D (EFE) El popular también ha advertido sobre la subyacente que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía, que al situarse por encima del tres por ciento (3,1%) convierte este problema en estructural. En cualquier caso, ha dicho, "lo peor está por venir, porque el elevado precio del petróleo no está todavía reflejado en los precios".
Miguel Arias ha recordado que aunque la inflación es negativa para todos, lo es en mayor medida para "los bolsillos más débiles", afectados por subidas "espectaculares" de productos básicos como el aceite o la patata.
En su opinión, los efectos de segunda ronda -traslado del alza de precios de consumo a otros precios y a los salarios-, pondrán a los trabajadores asalariados en una "encrucijada inaceptable": la de recuperar poder adquisitivo con una subida salarial que puede poner "en peligro" la competitividad empresarial y sus propios puestos de trabajo, o dejar "que la inflación les empobrezca".
El portavoz popular ha reclamado al Gobierno que "cambie de una vez por todas el orden de prioridades" y se centre en problemas como la inflación, el paro o la necesidad de mejorar la competitividad, en lugar de "malgastar sus energías" en asuntos que "no ayudan en nada a promover el bienestar de los españoles".
Miguel Arias ha recordado que aunque la inflación es negativa para todos, lo es en mayor medida para "los bolsillos más débiles", afectados por subidas "espectaculares" de productos básicos como el aceite o la patata.
En su opinión, los efectos de segunda ronda -traslado del alza de precios de consumo a otros precios y a los salarios-, pondrán a los trabajadores asalariados en una "encrucijada inaceptable": la de recuperar poder adquisitivo con una subida salarial que puede poner "en peligro" la competitividad empresarial y sus propios puestos de trabajo, o dejar "que la inflación les empobrezca".
El portavoz popular ha reclamado al Gobierno que "cambie de una vez por todas el orden de prioridades" y se centre en problemas como la inflación, el paro o la necesidad de mejorar la competitividad, en lugar de "malgastar sus energías" en asuntos que "no ayudan en nada a promover el bienestar de los españoles".