LD (EFE) Caldera hizo esta consideración durante la jornada "La nueva reforma laboral. Acuerdo para la mejora del crecimiento y del empleo", organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Adecco.
Para el ministro de Trabajo, la reforma laboral es "ambiciosa, tranquila, coherente" y ayudará a reducir la temporalidad, "entendida como trabajo precario", que en España afecta al 33 por ciento de los contratos, y de la que precisó que se trata de "una cultura" que hay que cambiar .
Además, explicó que las treinta medidas que se reflejan en el texto se basan en lo acordado en 1997, fecha desde la que se han creado 5,3 millones de empleos, de los que siete de cada diez son indefinidos.
Añadió, que con la nueva reforma habrá más costes para los contratos temporales que no sean justificados, mientras que los que sean indefinidos gozarán de incentivos y bonificaciones. "Primará la contratación indefinida inicial" y se tendrán seis meses para aprovechar la política de bonificaciones, con lo que "éste es el momento de cambiar, no otro" advirtió.
Según Caldera, y para responder a los que aseguraron que la reforma no es profunda, señaló que "a la vista de que España está creciendo", no sería bueno un "radicalismo", que traería como consecuencia un freno a la actual evolución económica. Así, el titular de Trabajo hizo referencia a los datos de la economía española "por los que debemos sentirnos orgullosos", tales como el crecimiento del empleo, que supuso el 66 por ciento del creado en la Europa de los veinticinco, los 350.000 parados menos o el indicador de movilidad laboral que se encuentra en la media de la UE.
En cuanto al dato negativo, se refirió a la situación laboral de las mujeres, aunque precisó que en "España lo está reduciendo de forma vertiginosa" con políticas que incentivan la incorporación de este colectivo al mercado de trabajo.
Para el ministro de Trabajo, la reforma laboral es "ambiciosa, tranquila, coherente" y ayudará a reducir la temporalidad, "entendida como trabajo precario", que en España afecta al 33 por ciento de los contratos, y de la que precisó que se trata de "una cultura" que hay que cambiar .
Además, explicó que las treinta medidas que se reflejan en el texto se basan en lo acordado en 1997, fecha desde la que se han creado 5,3 millones de empleos, de los que siete de cada diez son indefinidos.
Añadió, que con la nueva reforma habrá más costes para los contratos temporales que no sean justificados, mientras que los que sean indefinidos gozarán de incentivos y bonificaciones. "Primará la contratación indefinida inicial" y se tendrán seis meses para aprovechar la política de bonificaciones, con lo que "éste es el momento de cambiar, no otro" advirtió.
Según Caldera, y para responder a los que aseguraron que la reforma no es profunda, señaló que "a la vista de que España está creciendo", no sería bueno un "radicalismo", que traería como consecuencia un freno a la actual evolución económica. Así, el titular de Trabajo hizo referencia a los datos de la economía española "por los que debemos sentirnos orgullosos", tales como el crecimiento del empleo, que supuso el 66 por ciento del creado en la Europa de los veinticinco, los 350.000 parados menos o el indicador de movilidad laboral que se encuentra en la media de la UE.
En cuanto al dato negativo, se refirió a la situación laboral de las mujeres, aunque precisó que en "España lo está reduciendo de forma vertiginosa" con políticas que incentivan la incorporación de este colectivo al mercado de trabajo.