L D (EFE) Este incremento de los beneficios estuvo sustentado fundamentalmente en el fuerte crecimiento del negocio hipotecario, que aumentó un 26,2 por ciento, y permitió que todos los márgenes de la caja presentaran resultados positivos.
La actividad crediticia de la caja aumentó un 14,6 por ciento, hasta 49.426 millones de euros, al tiempo que los recursos gestionados de clientes se elevaron a 61.764 millones, tras crecer un 14,2 por ciento.
Blesa avanzó que en 2004 el crédito hipotecario seguirá creciendo por encima del 20 por ciento en la caja y apostilló que los primeros datos que conoce del mes de enero ponen de manifiesto que ha sido "arrollador". El presidente de Caja Madrid, a preguntas de los periodistas, calificó como "lógicas" las advertencias del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, sobre el fuerte incremento del crédito hipotecario y, aunque aseguró que "tomamos nota", apostilló que cuando la demanda es solvente no se le puede decir que no al cliente. En la cuenta de resultados, el margen de intermediación -que mide la diferencia entre lo que cobra por sus préstamos y paga por los depósitos- creció un 2,4 por ciento, hasta los 1.618 millones de euros, en tanto que el margen básico aumentó un 7,4 por ciento, hasta los 2.197 millones de euros, gracias al incremento de las comisiones, que crecieron al 24,2 por ciento.
Los resultados por operaciones financieras cayeron un 30,7 por ciento, debido a que en 2002 todavía se contabilizó una parte de las plusvalías por la venta de Telefónica, lo que provocó que el margen ordinario creciera sólo un 5,5 por ciento, hasta los 2.272 millones de euros. Los gastos aumentaron un 4,4 por ciento -por debajo del aumento del margen ordinario-, lo que permitió que se mejorara el ratio de eficiencia de la entidad -el porcentaje de ingresos sobre el total de gastos- hasta el 47,4 por ciento, 1,4 puntos menos que al término de 2002. Así, el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario, incluidos los gastos que provoca- se situó en los 986,7 millones de euros, un 6,9 por ciento más que en 2002. En la parte baja de la cuenta de resultados, Caja Madrid recupera los cerca de 41 millones de euros que provisionó en 2002 ante posibles riesgos e incertidumbres, que al no haberse producido sirven este año para incrementar la amortización de los fondos de comercio.
A este aumento de las amortizaciones hay que unirle el incremento en un 20,5 por ciento de las dotaciones por insolvencias, frente a un 8,5 por ciento que crecen las aportaciones de sus compañías participadas como Endesa, Realia y el Holding Mapfre Caja Madrid, hasta superar los 202 millones de euros. De esta forma se llega a un beneficio antes de impuestos de 758,9 millones de euros, el 7,0 por ciento más, y a un beneficio atribuido de 540,9 millones, un 8,8 por ciento superior al del ejercicio de 2002. Blesa se mostró optimista para el año 2004, aunque reconoció que serán 2005 y 2006 los que permitirán a la caja crecer en este trienio un 60 por ciento en sus beneficios y rebajar su eficiencia hasta el 44 por ciento. En este último punto, precisó que para conseguir la mejora de la eficiencia ni se recortarán sueldos ni plantilla, "habrá eficiencia en el gasto y más ingresos", añadió.
En cuanto al balance de la entidad al cierre del 2003, Blesa destacó el 14,6 por ciento de crecimiento del crédito, hasta los 49.425 millones de euros, así como el aumento de los recursos de clientes en balance, que se elevaron un 14,2 por ciento, hasta 61.764 millones. También destacó los recursos de clientes fuera de balance, con incrementos del 14,7 por ciento en fondos, del 19,7 por ciento en fondos de pensiones y del 20,9 por ciento en seguros de ahorro previsión. Caja Madrid acabó el 2003 con 12.461 empleados y 1.914 oficinas y está previsto que hasta 2006 se abran 90 nuevas sucursales.
Los resultados por operaciones financieras cayeron un 30,7 por ciento, debido a que en 2002 todavía se contabilizó una parte de las plusvalías por la venta de Telefónica, lo que provocó que el margen ordinario creciera sólo un 5,5 por ciento, hasta los 2.272 millones de euros. Los gastos aumentaron un 4,4 por ciento -por debajo del aumento del margen ordinario-, lo que permitió que se mejorara el ratio de eficiencia de la entidad -el porcentaje de ingresos sobre el total de gastos- hasta el 47,4 por ciento, 1,4 puntos menos que al término de 2002. Así, el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario, incluidos los gastos que provoca- se situó en los 986,7 millones de euros, un 6,9 por ciento más que en 2002. En la parte baja de la cuenta de resultados, Caja Madrid recupera los cerca de 41 millones de euros que provisionó en 2002 ante posibles riesgos e incertidumbres, que al no haberse producido sirven este año para incrementar la amortización de los fondos de comercio.
A este aumento de las amortizaciones hay que unirle el incremento en un 20,5 por ciento de las dotaciones por insolvencias, frente a un 8,5 por ciento que crecen las aportaciones de sus compañías participadas como Endesa, Realia y el Holding Mapfre Caja Madrid, hasta superar los 202 millones de euros. De esta forma se llega a un beneficio antes de impuestos de 758,9 millones de euros, el 7,0 por ciento más, y a un beneficio atribuido de 540,9 millones, un 8,8 por ciento superior al del ejercicio de 2002. Blesa se mostró optimista para el año 2004, aunque reconoció que serán 2005 y 2006 los que permitirán a la caja crecer en este trienio un 60 por ciento en sus beneficios y rebajar su eficiencia hasta el 44 por ciento. En este último punto, precisó que para conseguir la mejora de la eficiencia ni se recortarán sueldos ni plantilla, "habrá eficiencia en el gasto y más ingresos", añadió.
En cuanto al balance de la entidad al cierre del 2003, Blesa destacó el 14,6 por ciento de crecimiento del crédito, hasta los 49.425 millones de euros, así como el aumento de los recursos de clientes en balance, que se elevaron un 14,2 por ciento, hasta 61.764 millones. También destacó los recursos de clientes fuera de balance, con incrementos del 14,7 por ciento en fondos, del 19,7 por ciento en fondos de pensiones y del 20,9 por ciento en seguros de ahorro previsión. Caja Madrid acabó el 2003 con 12.461 empleados y 1.914 oficinas y está previsto que hasta 2006 se abran 90 nuevas sucursales.