Las cuatro cajas sumarán unos activos por valor de casi 35.000 millones de euros, con lo que se convertirán en la octava caja de ahorros de España.
El director general de Caixa Girona, Jordi Blanch, ha dicho que la decisión fue fruto de una "profunda reflexión" y añadió que "formar parte de una caja de ahorros más grande y sólida garantiza continuar haciendo nuestra tarea en mejores condiciones, sin perder la identidad".
En este sentido, Blanch destacó que "pesó mucho" el hecho de que la nueva entidad financiera "tendrá un fuerte arraigo comarcal". "Estará formada por cajas cercanas, de cultura similar y dimensiones parecidas", agregó.
El consejo de administración consideró que las transformaciones económicas y financieras aconsejaban tener entidades de ahorro "más potentes y competitivas", a la vez que estuvieran vinculadas con el territorio, según señaló Caixa Girona en un comunicado. El objetivo de la fusión es crear una nueva caja de ahorros "más sólida y solvente", con mejor capacidad operativa.
Actualmente, Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu están negociando aspectos de la fusión como la reestructuración de plantilla, que prevén hacer evitando medidas traumáticas. Según las conversaciones, están previstas prejubilaciones de entre un 10 y un 12% de los empleados que sumarán. La fusión también contempla el cierre de entre un 15 y un 20% de la red de oficinas --unas 150-- porque se solapan en el territorio.
Con la incorporación de Caixa Girona, la reducción de personal puede superar las 500 personas y el cierre de oficinas las 200, según fuentes de la negociación. En el último año (junio de 2008 a junio de 2009), las cuatro entidades ya han mermado su plantilla en 208 empleados, según datos recogidos por Europa Press.