LD (EFE) Las previsiones de la caja son de una bajada interanual del precio del metro cuadrado de las viviendas de nueva construcción del 2,2 por ciento, más de 8 puntos porcentuales por debajo del avance de 2007, que fue del 6,2 por ciento. En cuanto a la riqueza inmobiliaria de los hogares, Caixa Catalunya prevé que durante este año pierda parte del elevado dinamismo que la caracterizó en ejercicios precedentes, y lo que achaca precisamente a la caída del precio de la vivienda.
Según el "Informe sobre el consumo y la economía familiar", a finales de 2006 era ya "suficientemente evidente" que la continuidad del "boom" inmobiliario tenía un techo definido por el nivel de deuda de los hogares españoles. Sin embargo, desde el pasado otoño, la confianza de los hogares se ha visto mermada por la incertidumbre económica y la ralentización en el crecimiento, derivados tanto del fin del auge inmobiliario español como, en especial, de la crisis financiera internacional.
Caixa Catalunya arguye que el aumento de los tipos de interés que se inició a finales de 2005 ya comenzó a enfriar de forma gradual esta demanda y la del crédito correspondiente, pese a que no fue hasta el año 2007 cuando se empezaron a notar los efectos de estas alzas.
Un mercado residencial con tendencia al estancamiento, primero, y a la baja, después, implicaba necesariamente, según el informe, un menor aumento de la ocupación, la probable destrucción de puestos de trabajo en la construcción y menos entradas de inmigrantes.
De esta manera, y a juicio de la citada entidad, se podría concluir que, en cierto modo, con la corrección inmobiliaria en curso "la economía española ha empezado el deseado camino de reconducción de las fuerzas que, desde la demanda, tensan el crecimiento del PIB".
Caixa Catalunya arguye que el aumento de los tipos de interés que se inició a finales de 2005 ya comenzó a enfriar de forma gradual esta demanda y la del crédito correspondiente, pese a que no fue hasta el año 2007 cuando se empezaron a notar los efectos de estas alzas.
Un mercado residencial con tendencia al estancamiento, primero, y a la baja, después, implicaba necesariamente, según el informe, un menor aumento de la ocupación, la probable destrucción de puestos de trabajo en la construcción y menos entradas de inmigrantes.
De esta manera, y a juicio de la citada entidad, se podría concluir que, en cierto modo, con la corrección inmobiliaria en curso "la economía española ha empezado el deseado camino de reconducción de las fuerzas que, desde la demanda, tensan el crecimiento del PIB".
La mayor caída de los precios se registrará en Madrid
Por comunidades autónomas, Madrid será la autonomía con una caída más acusada de los precios de la vivienda en 2008 (-6,6 por ciento), mientras que Murcia experimentará la menor bajada (-0,4 por ciento).
Dentro del grupo con caídas superiores a la media española, por detrás de Madrid se sitúan la Comunidad Valenciana (-5,6 por ciento), Galicia (-3,4 por ciento), Aragón (-3,2 por ciento), Cantabria (-3,1 por ciento) y la Rioja (-2,5 por ciento).
País Vasco coincide con el promedio español, mientras que Castilla y León, Baleares, Castilla-La Mancha y Asturias tendrán bajadas de los precios de la vivienda en torno al 2 por ciento.
También por debajo de la media están Canarias (-1,5 por ciento), Navarra, Andalucía y Cataluña (-1,2 por ciento en cada una) y Extremadura (-1 por ciento), además de Murcia, que, por otra parte, fue la que más aumentó sus precios en 2007.
En comparación con los aumentos del precio de la vivienda registrados en el año 2005, algunas comunidades han llegado a perder hasta más de 20 puntos, como la Comunidad Valenciana, La Rioja o Castilla-La Mancha.