Así lo han explicado los directivos de la caja en una rueda de prensa para detallar los resultados del año 2009, un ejercicio marcado por el control que la entidad ha ejercicio sobre la morosidad, que se ha mantenido en el 5,3%.
Además, la entidad de ahorro, que está impulsando una fusión con las cajas de Manresa y Tarragona, ha resaltado que cuenta con inversiones en compañías como Gas Natural, Repsol, Applus y la constructora Cedinsa, que suman 963 millones.
Según publicó la semana pasada El Economista, en este momento de dudas sobre el proceso de reestructuración del sector financiero español, Caixa Catalunya enfila ya la recta final de su fusión con Caixa Tarragona y Caixa Manresa. A pesar de que, a priori, es la operación más compleja por las cuantía de las ayudas públicas, la entidad que dirige Adolf Todó está a punto de cerrar el proyecto y su finalización supondría la primera unión.
Por el momento, es la única fusión que tiene que contar con la aprobación específica de las autoridades comunitarias, ya que la petición al FROB sobrepasa el 2% de los activos ponderados por riesgo y se sitúa en los 1.315 millones.
La autorización de la CE, en la que se prevén mínimos cambios, servirá para que los consejos de administración puedan convocar las asambleas extraordinarias respectivas que voten la conveniencia o no de la operación en el plazo de un mes; es decir, finales de abril o principios de mayo.
No en vano, antes de estas convocatorias se tiene que firmar el acuerdo laboral. Las mismas fuentes manifiestan que el pacto podría cerrarse las próximas semanas, una vez que se han encarrilado las negociaciones.
En las últimas reuniones ha habido algunas mejoras en las condiciones para llevar a cabo el ajuste de personal con respecto al preacuerdo alcanzado en noviembre, que sirven para que los representantes de los trabajadores puedan estampar su rúbrica. Además, indican que estos beneficios no pueden modificarse sustancialmente debido, principalmente, a que en la documentación remitida a Bruselas se incluye el preacuerdo.
La integración de las tres cajas catalanas conllevará el cierre de 395 sucursales y la reducción de la plantilla en 1.300 empleados hasta 2011, a través de prejubilaciones y de bajas incentivadas.
La unión de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona conformará la tercera mayor caja de ahorros del país por volumen de activos, más de 81.000 millones de euros. Antes de los ajustes, el número de trabajadores ascenderá a unos 9.200 y el de sucursales llegará a 1.600.