LD (EFE) La capacidad de EEUU para crecer un 4 por ciento en el primer segundo del año pese a la crisis hipotecaria ha permitido a su presidente, George Bush calificar como "modestas" las turbulencias que la crisis ha causado en la economía de Estados Unidos. Además, ha anunciado que el Gobierno federal "tiene un papel en la ayuda a las familias, pero no para salvar a los especuladores".
El presidente estadounidense señaló que hace 15 meses envió al Congreso un proyecto de reforma de la Administración Federal de la Vivienda (FHA, en sus siglas en inglés), que es la institución estatal que asegura hipotecas, y culpó a la Cámara por la falta de acción en esta materia.
Bush instó a los prestamistas a "que cooperen con los prestatarios para el ajuste de las hipotecas", y propuso algunas medidas del Gobierno federal. Una de ellas, que denominó como "FHA Secure", permitiría que la FHA extienda su respaldo a las hipotecas de los compradores que tienen un buen historial de crédito a fin de que puedan refinanciar sus préstamos.
Bush se refirió a "un alivio temporal de impuestos", y una "iniciativa para evitar la ejecución judicial". La "burbuja inmobiliaria" comenzó a inflarse hace unos cuatro años cuando los bancos y las empresas de hipotecas ofrecieron préstamos con un tipo de interés fijo y luego variable a compradores que carecían de crédito sólido.
Hace unos veinte meses esa "burbuja" se rompió: los precios de las propiedades han caído, las ventas han disminuido y millones de compradores ven un día que los intereses de sus préstamos se reajustan y descubren que el valor de mercado de sus casas está por debajo de la cuantía del préstamo.
El presidente estadounidense señaló que hace 15 meses envió al Congreso un proyecto de reforma de la Administración Federal de la Vivienda (FHA, en sus siglas en inglés), que es la institución estatal que asegura hipotecas, y culpó a la Cámara por la falta de acción en esta materia.
Bush instó a los prestamistas a "que cooperen con los prestatarios para el ajuste de las hipotecas", y propuso algunas medidas del Gobierno federal. Una de ellas, que denominó como "FHA Secure", permitiría que la FHA extienda su respaldo a las hipotecas de los compradores que tienen un buen historial de crédito a fin de que puedan refinanciar sus préstamos.
Bush se refirió a "un alivio temporal de impuestos", y una "iniciativa para evitar la ejecución judicial". La "burbuja inmobiliaria" comenzó a inflarse hace unos cuatro años cuando los bancos y las empresas de hipotecas ofrecieron préstamos con un tipo de interés fijo y luego variable a compradores que carecían de crédito sólido.
Hace unos veinte meses esa "burbuja" se rompió: los precios de las propiedades han caído, las ventas han disminuido y millones de compradores ven un día que los intereses de sus préstamos se reajustan y descubren que el valor de mercado de sus casas está por debajo de la cuantía del préstamo.
Bernanke "hará lo que haga falta"
En su intervención ante expertos financieros, Bernanke no especificó qué medidas adoptará la autoridad monetaria para paliar las consecuencias de la crisis del mercado de hipotecas de alto riesgo en EEUU -denominado "suprime"- en la economía del país y tranquilizar a inversores y entidades financieras.
El máximo responsable del banco central argumentó que "no es responsabilidad de la FED -ni sería apropiado- proteger a las entidades crediticias e inversores de las consecuencias de sus decisiones financieras". No obstante, recalcó que la evolución de los mercados financieros puede tener un "amplio efecto económico", que será percibido por muchas personas ajenas a este sector, por lo que, aseguró, la Fed "tiene que tener en cuenta estas consecuencias a la hora determinar sus políticas monetarias".
Bernanke recordó las medidas que ha tomado la Fed en las últimas semanas para evitar que la falta de confianza en el sistema crediticio estadounidense, aquejado por la falta de liquidez, se extienda al sector financiero y afecte al crecimiento del país.
El presidente de la Fed se refirió a las inyecciones de dinero, a la reducción, en medio punto porcentual, de la tasa de descuento para los préstamos a bancos y al recorte de la tasa de los bonos del Tesoro, entre otras iniciativas, para demostrar la importancia que concede el banco central a esta crisis.
En esta línea, Bernanke destacó que la Reserva Federal "está preparada para tomar acciones adicionales, cuando sea necesario, para proveer a los mercados de liquidez y promover el funcionamiento ordenado de los mismos". De esta manera, la Fed insiste, de nuevo, en que hará todo lo que esté a su alcance para tranquilizar a los mercados.
En el mercado existe una gran expectación a que el siguiente paso de la Fed sea la reducción, en un cuarto punto básico, de los tipos de interés, que permanecen en el 5,25 por ciento desde junio de 2006. Esta intervención podría producirse en la reunión que celebrará la Fed el próximo 18 de septiembre, según los analistas.
En cualquier caso, Bernanke resaltó este viernes que los indicadores económicos más recientes muestran que la economía estadounidense "continúa expandiéndose a un ritmo moderado" durante este verano, a pesar de la grave corrección del sector de la vivienda. El presidente de la autoridad monetaria de EEUU reconoció, sin embargo, que estos mismos datos no servirán para proyectar previsiones a corto y medio plazo de la inflación y la actividad económica del país, dada la evolución que ha tomado el mercado financiero.
Por ello, Bernanke se comprometió a "vigilar de cerca" los indicadores que se publiquen en los próximos meses. "La inseguridad alrededor de las previsiones económicas será más grande de lo normal y presentará un desafío para los políticos", porque tendrán que manejar el riesgo en sus estrategias para alcanzar los objetivos de crecimiento y estabilidad de los precios", concluyó Bernanke.
El máximo responsable del banco central argumentó que "no es responsabilidad de la FED -ni sería apropiado- proteger a las entidades crediticias e inversores de las consecuencias de sus decisiones financieras". No obstante, recalcó que la evolución de los mercados financieros puede tener un "amplio efecto económico", que será percibido por muchas personas ajenas a este sector, por lo que, aseguró, la Fed "tiene que tener en cuenta estas consecuencias a la hora determinar sus políticas monetarias".
Bernanke recordó las medidas que ha tomado la Fed en las últimas semanas para evitar que la falta de confianza en el sistema crediticio estadounidense, aquejado por la falta de liquidez, se extienda al sector financiero y afecte al crecimiento del país.
El presidente de la Fed se refirió a las inyecciones de dinero, a la reducción, en medio punto porcentual, de la tasa de descuento para los préstamos a bancos y al recorte de la tasa de los bonos del Tesoro, entre otras iniciativas, para demostrar la importancia que concede el banco central a esta crisis.
En esta línea, Bernanke destacó que la Reserva Federal "está preparada para tomar acciones adicionales, cuando sea necesario, para proveer a los mercados de liquidez y promover el funcionamiento ordenado de los mismos". De esta manera, la Fed insiste, de nuevo, en que hará todo lo que esté a su alcance para tranquilizar a los mercados.
En el mercado existe una gran expectación a que el siguiente paso de la Fed sea la reducción, en un cuarto punto básico, de los tipos de interés, que permanecen en el 5,25 por ciento desde junio de 2006. Esta intervención podría producirse en la reunión que celebrará la Fed el próximo 18 de septiembre, según los analistas.
En cualquier caso, Bernanke resaltó este viernes que los indicadores económicos más recientes muestran que la economía estadounidense "continúa expandiéndose a un ritmo moderado" durante este verano, a pesar de la grave corrección del sector de la vivienda. El presidente de la autoridad monetaria de EEUU reconoció, sin embargo, que estos mismos datos no servirán para proyectar previsiones a corto y medio plazo de la inflación y la actividad económica del país, dada la evolución que ha tomado el mercado financiero.
Por ello, Bernanke se comprometió a "vigilar de cerca" los indicadores que se publiquen en los próximos meses. "La inseguridad alrededor de las previsiones económicas será más grande de lo normal y presentará un desafío para los políticos", porque tendrán que manejar el riesgo en sus estrategias para alcanzar los objetivos de crecimiento y estabilidad de los precios", concluyó Bernanke.