Bush indicó que la decisión del banco central de recortar las tasas de descuento que aplica sus préstamos a los bancos y adoptar otras medidas para aliviar la crisis crediticia demuestra que EEUU sigue de cerca el problema y está haciendo todo lo que puede para solventar la situación.
"Cuando sea necesario actuaremos de forma decisiva", apuntó, sin precisar qué otras medidas podría adoptar su administración. Insistió, además, en que "las instituciones financieras (estadounidenses) son fuertes" y en que los mercados funcionan de forma eficiente. Sus palabras llegan después de que la Fed se viese obligada a rescatar el viernes al banco de inversión Bear Stearns, una institución legendaria de Wall Street que se vio al borde del precipicio ante su incapacidad para recaudar dinero a corto plazo en el mercado.
El banco, fundado en 1923, realizó grandes inversiones en activos vinculados a hipotecas de alto riesgo cuyo valor ha caído en picado. Además, tenía menos capital que algunos de sus rivales como Citigroup y Merrill Lynch. En los últimos días, otros bancos se negaron a prestarle dinero, ante la creciente percepción de riesgo, lo que dejó a Bear Stearns sin suficiente efectivo disponible, o liquidez, para seguir financiando sus operaciones.
El temor ahora es que esa escasez de crédito, que puso en riesgo la continuidad de Bear Stearns, que será adquirido por J.P. Morgan, afecte a otras instituciones financieras.
Bush tiene previsto reunirse esta tarde con el Grupo de Trabajo Presidencial sobre los Mercados Financieros, que encabeza el secretario del Tesoro y del que forman parte miembros de la Reserva Federal (Fed), incluido el presidente Ben Bernanke, representantes del Departamento del Tesoro, la Comisión de Valores estadounidense (SEC) y la Comisión del Mercado de Futuros de Materias Primas
Este grupo de trabajo emitió el jueves una serie de recomendaciones para evitar que la actual crisis se repita y ayudar, asimismo, a solventar la actual incertidumbre. El grupo instó a las instituciones financieras estadounidenses a recaudar capital rápidamente para poder mantener los préstamos.
Por su parte, el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, consideró que la situación de la economía mundial por la crisis financiera es "cada vez más seria" y por tanto sus previsiones para el conjunto del mundo son ahora "más débiles" que las presentadas en febrero.
"El conjunto del sistema se está ralentizando" y las estimaciones de crecimiento "son más débiles" que las publicadas por el FMI el mes pasado, señaló en conferencia de prensa en París Strauss-Kahn, que no cifró esa corrección. Constató que el impacto de la crisis financiera "es cada vez más serio" y que la ralentización constatada "es más seria y más global de lo que era hace unas semanas", lo que a su juicio es una prueba de que el entorno "está empeorando".
La revisión a la baja de los cálculos económicos afectan a Estados Unidos, pero también a Europa y a las economías emergentes, aunque éstas seguirán representando el peso básico del crecimiento económico, indicó. "Desafortunadamente", no se puede esperar que los países emergentes "sean inmunes", añadió. Preguntado sobre la probabilidad de que haya recesión en Estados Unidos, respondió que ésa es "una cuestión técnica", y que en cualquier caso lo cierto es que "hay una ralentización" y habrá menos crecimiento del augurado anteriormente.
El director gerente, que participaba en una reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre las reformas estructurales en Europa, insistió en que "estamos afrontando una crisis global y necesitamos una respuesta global", y señaló que el FMI es la instancia adecuada para que se lleven a cabo consultas, algo que se está haciendo.
"Cuando se vive una crisis global, hay que aportar respuestas globales", argumentó antes de reiterar que "cuando las cosas van mal, la globalización sigue estando ahí y por tanto las respuestas deben ser respuestas globales, elaboradas con concertación, en particular en instituciones como el FMI". Sobre la cuestión de si no hacía falta una acción concertada para detener el hundimiento del dólar frente a otras divisas, Strauss-Kahn explicó que el Fondo da consejos a Estados Unidos, pero que no los hace públicos.
Dio su respaldo a la acción de la Reserva Federal el pasado fin de semana para salvar a un banco estadounidense de la quiebra, y en términos más generales consideró que "los bancos centrales han gestionado bien la cuestión de la liquidez" y por eso no hay razón para que no lo sigan haciendo en las próximas semanas. El director gerente indicó que la acción concertada pasa en primer lugar por el recurso a "estímulos fiscales" para los países que disponen de margen en sus cuentas públicas.
La OCDE hará publicas el próximo jueves unas nuevas perspectivas económicas, antes de la publicación de su informe semestral de mayo, y su secretario general, Ángel Gurría, sin avanzar las cifras, sí dio algunas pistas de por dónde irán los tiros. "Hay una caída de la actividad económica más importante en Estados Unidos que en Europa", comentó Gurría, que también hizo hincapié en que "tenemos más riesgo de una caída del crecimiento que de un aumento de la inflación".
Sobre el caso de Latinoamérica, el político mexicano señaló que "está mejor preparada" para afrontar la crisis financiera, y que el impacto lo sufrirá a través del comercio y de las inversiones. No obstante, distinguió la situación de los exportadores de materias primas a los que "les irá bien" dados los precios de esos productos, en los que se está invirtiendo "como valor refugio".
Los responsables de ambas instituciones, tanto Ángel Gurría de la OCDE como Strauss Kahn también han subrayado la necesidad de aplicar reformas estructurales en Europa porque pueden alentar el crecimiento en la actual coyuntura de crisis financiera. "En un momento de incertidumbre económica y de crecientes presiones inflacionistas, sería tentador dejar de lado la reforma estructural hasta que se despeje el tiempo", señaló Gurría antes de advertir de que eso "sería un error".
A juicio del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un paquete de reformas puede alentar el crecimiento "al hacer que la economía funcione mejor y eliminar parte de la niebla que rodea el entorno económico futuro". Gurría abrió así una conferencia organizada conjuntamente por la OCDE y el FMI sobre "Las reformas estructurales en Europa" en la que participan, entre otros, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, que pronunciará un discurso en la cena.
Strauss-Kahn consideró, por su parte, que en este momento "la prioridad de los Gobiernos debería ser contener el daño económico de la crisis de los mercados financieros", algo "difícil" porque tanto la inflación como la recesión son "problemas potenciales". "Estamos en medio de una crisis financiera que tendrá implicaciones significativas para muchos países, por lo que parece que tenemos problemas más urgentes. Pero en realidad es un buen momento para hablar de reforma estructural", señaló el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dos razones lo justifican a su parecer, la primera que Europa estaría mejor dispuesta para salir de la crisis financiera y porque "movilizar el apoyo público para la reforma es vital para el éxito del modelo europeo". A ese respecto, Strauss-Kahn señaló que todos los valores de ese modelo "serán más fáciles de alcanzar en un entorno económico de crecimiento", y además "las reformas estructurales pueden ayudar a crear nuevas oportunidades para los ciudadanos europeos".
El máximo responsable del FMI se refirió a la reforma laboral, que debería traducirse en "centrarse en la creación de nuevos empleos más que en sólo proteger" los antiguos, la apertura a la competencia del sector servicios, a imagen de lo que se hizo con el de productos manufacturados, o la reforma fiscal -"por ejemplo, reduciendo los impuestos sobre el trabajo cuando eso promueve el empleo"-.